‘Broker’, de Hirokazu Koreeda: las baby box, Corea del Sur y la transgresión del concepto de familia
En Broker, en salas desde el 21 de diciembre, el cineasta japonés Hirokazu Koreeda aborda de nuevo el concepto de familia. En este caso, pone el foco en el abandono de bebés. Así como el tráfico de menores. Dos temas peliagudos que son tratados con una delicadeza pasmosa. Uno de los protagonistas es el ganador del Premio a Mejor Actor en Cannes, Song Kang-ho. Popularmente conocido por su trabajo en la galardonada Parásitos (Bong Joon-ho, 2019).
Broker el nuevo drama de Hirokazu Koreeda
El argumento principal: una mujer que abandona a un bebé en una iglesia. Frente a una baby box. Dos traficantes que se dedican a vender bebés abandonados lo recogen en mitad de la noche. Pero, cuando la mujer regresa a ver a su bebé, descubre el negocio ilegal. Así, decide unirse a su travesía en busca de unos compradores para el pequeño. Una cuasi road trip por Corea del Sur. Donde cada persona esconde sus propios secretos. Pero esto no evita que los lazos entre ellos se estrechen. Con cada paso que dan. Con cada minuto que pasan juntos. ¿Supervivencia o amor? ¿Familia o negocio?
El cineasta japonés tiene una firma autoral muy marcada. Perfectamente conocido por sus temas tiernos y familiares. Realidades muy crudas que el director tiene la capacidad de esbozar desde la mayor delicadeza y ternura. Dando todo el calor posible al alma del público, desde la frialdad de las situaciones más insoportables.
Anteriormente, estrenó la brillante Un asunto de familia (2018). Ganadora de la Palma de Oro en Cannes. Y nominada a Mejor película de habla no inglesa en los Premios Óscar. Con otras como Nadie sabe (2004) o De tal padre, tal hijo (2013), ha ido forjando su potente e irrompible firma cinematográfica. Desarrollando una filmografía excelsa y perfectamente reconocible.
En Broker, el protagonista Sang-hyeon es interpretado por Song Kan-Ho. Junto a él, le acompañan en el viaje Dong-soo, encarnado por un genial Gan Dong-won. Así como Ji-eun Lee, en el complejo y perfectamente llevado a cabo papel de So-young, la madre que abandona a su hijo en plena noche, detonando la hermosa historia de Broker.
Por otro lado, las detectives Soo-jin y Lee, interpretadas por Bae Doona y Lee Joo-Young, respectivamente. Habiendo trabajado la primera ya con Koreeda en su cinta Air Doll (2009). Finalmente, es destacable el papel del pequeño Hae-jin, interpretado por Im Seung-soo. Una sorpresa en el argumento, que realmente aporta uno de los aspectos más valiosos de la cinta. Porque la risa de un niño siempre será el sonido más honesto.
‘Broker’, Hirokazu Koreeda vuelve a enternecer a la audiencia con una cruda historia
En la nueva película de Koreeda este se traslada de su escenario común en Japón a Corea del Sur. Y es que, aunque en este caso el director construye una ficción, la realidad es indudablemente su mayor inspiración. Hace un par de años ya surgió la polémica de la creación de las baby box. En diversos países, entre ellos Bélgica y Corea del Sur, de forma destacada. Estas cajas son lugares donde, normalmente, las madres, pueden dejar a sus bebés. Sin necesidad de abandonarlos en la calle y, de este modo, preservar su vida y salud. Sin embargo, esto también generó la polémica cuestión de, ¿favorece esto el mayor abandono de bebés? Una pregunta tan terrible como desacertada.
De hecho, el reflejo de la realidad se descubre todavía más cercano al leer el caso particular del párroco surcoreano de la iglesia de Joosarang, en Seúl, Corea del Sur. El cual recoge en las baby box de su iglesia a numerosos bebés. Algo que aumentó tras la modificación de la ley de adopción en 2012. Y que también es mencionado en la película de Koreeda.
El juicio a cualquier madre está a la orden del día. Y en el audiovisual es algo que recientemente ha emergido de forma imparable. Distintos retratos de maternidades como el de la ganadora a Mejor Película en el Festival de Cine Europeo de Sevilla Saint Omer (Alice Diop, 2022). O la excepcional Petite Maman (Céline Sciamma, 2021) y su peculiar y feminista perspectiva de la maternidad. O incluso la serie de Netflix Sagrada Familia (2022). Diversos retratos de maternidades donde se pone en el foco esa idea de “la mala madre” que tanto ha resonado en la sociedad.
En Broker, Koreeda esboza diversas paternidades y maternidades desde la distancia. Mostrando un rostro cercano, pero sin juzgarlas. Poniendo todas las cartas sobre la mesa, y permitiendo que sea la audiencia la que decida si juzgar, o simplemente, empatizar. Siendo este último el objetivo del director, que consigue con creces. Esbozando un concepto de familia que se aleja de lo normativo. Y poniendo en cuestión el verdadero sentido de esta. A través de escenas de una calidad cinematográfica inexorable que quedan grabadas para siempre en la retina del público.
Broker: el realismo más penetrante a través del magnífico uso de la comida, la luz y la música de Aimee Mann
Si las historias de Koreeda son características por su delicadeza y ternura familiar. También son inseparables de unas imágenes de valor incuestionable. En una de las secuencias, una de las protagonistas acaricia una flor que cae sobre la ventanilla de un coche mojado. Regalando unos minutos de deleite cinematográfico exquisito. En los detalles más triviales, se encuentra la mayor virtud del cine de Koreeda. Detalles que además se dibujan de forma extraordinaria gracias a la impecable dirección de fotografía de Hong Kyung-pyo.
Otro de los detalles que siempre ha cuidado ha sido la comida. Si en cine te enseñan a utilizar la comida como aspecto que hace más realista la ficción, Koreeda lo lleva a cabo de forma excepcional. Entrar sin hambre al cine, y salir con ganas de probar todo tipo de fideos, cerdo o incluso gominolas. Sin duda, la comida es un aspecto indivisible e imprescindible en el cine del director y guionista japonés.
Por otro lado, en Broker también es imprescindible el uso de la música. Dirigido por Jung Jae-il. Aparentemente, un uso anacrónico y más occidental, pero que encaja a la perfección. Uno de los momentos más hermosos está protagonizado por una secuencia de carácter intertextual espectacular. Un diálogo entre el cine de oriente y occidente. Con la canción Wise Up de Aimee Mann. La cual apareció en una de las escenas más relevantes de Magnolia (Paul Thomas Anderson, 1999).
Broker: múltiples subtramas convergen en una sola furgoneta de tintorería, repleta de más emociones que blusas
El viaje emprendido por este peculiar grupo tiene lugar en una furgoneta de tintorería. Donde trabajan Sang-hyeon y Dong-soo. Un vehículo tan original y llamativo como todos los componentes de la historia. Una especie de road trip donde el sol que atraviesa las ventanillas de la furgoneta aporta una gran calidez. No solo a la película, sino a la propia protagonista So-young. La cual aprovecha el tiempo mientras ve la lluvia caer y los rayos de sol atravesar el cristal. Antes de afrontar la dura realidad que tiene delante.
Una calidez que atraviesa todos y cada uno de los planos de Broker. Donde la frialdad del tráfico de bebés se va transformando con cada kilómetro avanzado. Al igual que la relación entre los protagonistas. Regalando momentos tiernos e inolvidables. Tan triviales como puede ser un lavado de coche. Pero que terminan convirtiéndose en una de las mejores y más honestas secuencias del filme.
Como siempre, Hirokazu Koreeda lo vuelve a hacer. Y trae a las salas de cine un nuevo drama familiar potente y real que merece la pena visionar.