Asian Dub Foundation regresan con su ‘Access Denied’
Una de las bandas más originales e influyentes de los últimos 30 años, Asian Dub Foundation regresa con su noveno álbum de estudio Access Denied. Este álbum es una avalancha de punk selvático de estilo salvaje, drum’n’bass orquestal, dub indo-ragga.
Todo esto sumado a sus liricas de alto contenido critico lo convierten en una lucha sonora que toca temas tan variados como el Brexit, las políticas fronterizas hostiles y la crisis climática.
Exactamente 25 años después del histórico álbum debut del grupo, “Facts and Fictions”, y con la participación de los miembros clave: Steven “Chandrasonic” Savale, Dr. Das, Nathan “Flutebox” Lee, Aktar “Aktavator” Ahmed, Stephen “Ghetto Priest” Townsend y el ex baterista de Prodigy Brian Fairbairn. ADF vuelve y demuestra que siguen siendo tan importantes y vitales como siempre.
Una combinación de voces ambiciosa
Otro de las características importantes de este disco es la combinación de voces que contiene. Los guerreros palestinos Shamstep 47Soul, la vocalista chilena y voz de las recientes protestas en Chile Ana Tijoux, la beatboxer y vocalista Dub FX, así como el astuto comediante británico Stewart Lee, son algunos de los nombres que encontramos.
Para entender un poco más este álbum (y a la banda), es necesario recordar que los miembros de ADF se formaron en medio de conflictos políticos de los 80.
Dicho esto, entendemos como el primer sencillo de este álbum “Can’t Pay Won’t Pay” es una crítica política importante en contra del gobierno británico.
Por otro lado, encontramos “Frontline Santiago”, 4 minutos de energía pura y un llamado a la rebeldía que presenta Ana Tijoux de Makiza, una artista cuya obra no rehúye la política. Y que se ha convertido en una voz para todos los oprimidos en las protestas sociales de Latinoamérica.
Sin duda, este disco es una declaración de intenciones. La combinación de voces, música y letras, lo convierte en algo más que un álbum. Es un manifiesto moderno. Una voz alzada sin miedo a criticar lo que está mal.
ADF demuestra una vez más que, siempre que se necesita, alguien está dispuesto a alzar la voz en favor de los oprimidos.