‘El asesino del juego de citas’: La inquietante ópera prima de Anna Kendrick
La gran pantalla siempre ha sido un lienzo para las exploraciones artísticas de actores que se aventuran a dirigir, y El asesino del juego de citas (Woman of the Hour), la ópera prima de Anna Kendrick es un testimonio del potencial transformador de este movimiento. Estrenada en el Festival Internacional de Cine de Toronto de 2023, esta película no solo reafirma el talento multifacético de Kendrick, sino que también ofrece una mirada inquietante y profundamente perturbadora sobre el poder, la manipulación y el abuso, basándose en un caso real que estremeció. a la sociedad estadounidense.
El asesino del juego de citas: Una historia basada en hechos reales
El asesino del juego de citas se inspira en la escalofriante historia de Rodney Alcalá, un asesino en serie que, en la década de 1970, logró aparecer como concursante en el programa de televisión The Dating Game (El juego de las citas), una versión temprana de lo que hoy conocemos como programas de citas. Alcalá no solo participó en el programa, sino que también ganó el concurso, mostrando un carisma inquietante y una aparente normalidad que escondían sus atroces crímenes.
A Rodney Alcalá se le atribuyen oficialmente al menos 8 asesinatos, aunque se sospecha que la cifra real podría ser mucho mayor, posiblemente superando los 100 asesinatos de mujeres.
La película adopta una narrativa dual, alternando entre la experiencia de Cheryl Bradshaw, la concursante del programa que eligió a Alcalá como su cita, y los actos de violencia de este hombre. Kendrick, quien además de dirigir interpreta a Cheryl, aborda la historia con una sensibilidad que evita el sensacionalismo y pone el foco en las dinámicas de poder que permitieron a un hombre tan peligroso camuflarse a plena vista.
La dirección de Anna Kendrick: Sensibilidad y tensión
Para Kendrick, dirigir esta película fue un desafío creativo y emocional. En una entrevista con The Hollywood Reporter, la actriz mencionó que se sentía atraída por esta historia porque le ofrecía la oportunidad de explorar cómo las mujeres son socializadas para ignorar sus instintos de supervivencia en aras de la cortesía. Este tema, profundamente enraizado en las experiencias de muchas mujeres, se convierte en el núcleo emocional de la película.
La sensibilidad de Kendrick detrás de la cámara es evidente en cada decisión estilística. La atmósfera está cargada de tensión desde el primer momento, con una cinematografía que alterna entre lo brillante y lo opresivo, reflejando el contraste entre el mundo público de la televisión y los horrores privados de Alcalá. Kendrick logra capturar la incomodidad de Cheryl durante el programa, un reflejo de cómo las mujeres a menudo son presionadas para “jugar el juego” incluso cuando su intuición les advierte del peligro.
El asesino del juego de citas: Una crítica al espectáculo y la cultura de la negación
Más allá de ser una exploración del caso Rodney Alcalá, El asesino del juego de citas también es una crítica incisiva a la cultura del espectáculo y la deshumanización inherente a los formatos televisivos de entretenimiento. En la película, el programa The Dating Game se convierte en un microcosmos de una sociedad que prioriza el entretenimiento sobre la seguridad, y que trivializa las señales de alerta porque no encajan en la narrativa deseada.
En una de las escenas más impactantes de la película, Laura (Nicolette Robinson), una espectadora del programa, recuerda un suceso horrible y advierte al programa sobre quién es Alcalá pero su testimonio es desestimado por los productores del programa, quienes están más interesados en crear un espectáculo que en garantizar el bienestar de Cheryl. Lo mismo ocurre cuando se lo comenta a la policía o a su pareja. Demostrando que en esas sociedad aún quedaba mucho de ese estigma que nos demonizaba como neuróticas, exageradas e histéricas. Este detalle, aunque ambientado en la década de 1970, resuena profundamente en un mundo actual donde las mujeres aún enfrentan la presión de ignorar sus instintos para cumplir con las expectativas sociales.
La interpretación de Kendrick y el terror psicológico
Además de directora, Anna Kendrick ofrece una actuación sobresaliente como Cheryl Bradshaw. Kendrick, conocido por su versatilidad en películas como Up in the Air, demuestra aquí una madurez interpretativa que añade capas de profundidad al personaje. Cheryl no es simplemente una víctima; es una mujer que lucha con la disonancia entre lo que siente y lo que se espera de ella. Kendrick transmite esta lucha interna con una sutileza que intensifica la empatía del espectador.
Por otro lado, Daniel Zovatto, quien interpreta a Rodney Alcalá, ofrece una actuación escalofriante. Zovatto encarna a Alcalá con un carisma perturbador que refleja cómo los depredadores a menudo manipulan su encanto para ganarse la confianza de los demás. La película no glorifica a Alcalá ni se regodea en sus crímenes; en cambio, Kendrick elige enfocar la cámara en las víctimas, humanizándolas y devolviéndoles la voz que les fue arrebatada.
El asesino del juego de citas: Un análisis sobre el trauma y la justicia
El asesino del juego de citas también aborda el impacto del trauma en los supervivientes y las familias de las víctimas. La película no termina con la captura de Alcalá, sino que explora las secuelas de sus crímenes y cómo las personas afectadas luchan por encontrar justicia y cerrar heridas. Kendrick maneja estos momentos con un respeto y una humanidad que reflejan su compromiso de contar esta historia desde la perspectiva de las víctimas, no del asesino.
En este sentido, la película se alinea con otras obras recientes que buscan reexaminar las historias de crímenes reales desde una perspectiva ética, como I, Tonya o Promising Young Woman. Kendrick no solo se suma a esta tendencia, sino que también aporta una voz única y necesaria al género.
El asesino del juego de citas: Impacto y relevancia contemporánea
El asesino del juego de citas es más que una película sobre un asesino en serie; es un espejo inquietante que refleja cómo la sociedad permite que estos crímenes ocurran. Desde la cultura que ignora las señales de alerta hasta los sistemas que fallan en proteger a las mujeres, Kendrick ofrece una crítica que es tanto histórica como actual.
La película llega en un momento en que el interés por el género de crímenes reales está en su apogeo, impulsado por series como El cuerpo en llamas y documentales como The Ted Bundy Tapes. Sin embargo, Kendrick evita caer en la glamurización del crimen que a menudo caracteriza este género, eligiendo en su lugar un enfoque centrado en las víctimas y en las dinámicas sociales que perpetúan la violencia.
Con El asesino del juego de citas (Woman of the Hour), Anna Kendrick demuestra ser no solo una actriz talentosa, sino también una directora con una visión clara y una sensibilidad única. Al abordar una historia profundamente inquietante desde una perspectiva ética y matizada, Kendrick ofrece una obra que no solo entretiene, sino que también invita a la reflexión.
La película es un recordatorio de que el cine tiene el poder de iluminar las sombras más oscuras de nuestra sociedad, y Kendrick lo utiliza para destacar la importancia de escuchar, creer y proteger a quienes son más vulnerables. En un mundo donde el espectáculo a menudo eclipsa la humanidad, El asesino del juego de citas es una llamada urgente a cuestionar nuestras prioridades y rechazar la complicidad en todas sus formas.