Arkham Asylum: ¿Es Batman un héroe?
Realizar un top 5 de las mejores historias de un personaje como Batman, que lleva en circulación desde 1939 en multitud de medios, es tarea imposible. Pero si alguien nos apuntase con una pistola a las pelotas probablemente diríamos (a todo correr): “El Regreso del Señor de la Noche” y “Año Uno” de Frank Miller, “La Broma Asesina” de Alan Moore, “El Largo Halloween” de Jeph Loeb, y “Arkham Asylum” de Grant Morrison.
A principios de los años 80, nuestro escocés favorito andaba subido en un escenario tocando la guitarra rítmica, vestido como Austin Powers, en un grupo con influencias de los “X-Ray Spex”. Al mismo tiempo, hacía músculo narrativo escribiendo historias cortas para la revista “2000 A.D.”, a lo O. Henry, pero en formato cómic y sobre ciencia-ficción.
Su primera incursión en el mundo de los superhéroes fue “Zenith”, que tuvo suficiente éxito en las islas británicas como para llamar la atención de algunas cabezas pensantes en “DC Comics”. Por aquel entonces, Karen Berger (una verdadera superheroína del mundo editorial) y Dick Giorgiano andaban por el Reino Unido buscando al nuevo Alan Moore, como Willy Wonka a la caza de nuevos sabores con los que hacer chucherías en Loompaland.
Al reunirse con ellos, Morrison les propuso una historia para Animal Man (un personaje infrautilizado hasta entonces) y otra para Batman (la joya de la corona). De esta segunda propuesta surgió “Arkham Asylum: A Serious House on Serious Earth” sobre la que vamos a hablar con furiosa reverencia.
Una casa seria
El título del cómic hace referencia al poema de 1954 “Yendo a la Iglesia”, de Philip Larkin y, en concreto, a su última estrofa.
“A serious house on serious earth it is,
In whose blent air all our compulsions meet,
Are recognised, and robed as destinies.
And that much never can be obsolete,
Since someone will forever be surprising
A hunger in himself to be more serious,
And gravitating with it to this ground,
Which, he once heard, was proper to grow wise in,
If only that so many dead lie round”.
Philip Larkin
El Asilo Arkham, por su parte, es el sanatorio a donde van a parar los criminales más trastornados de Gotham. Este lugar fue introducido en el canon del hombre-murciélago por otra leyenda cuyo nombre hay que decir así, en bajito, como si estuviésemos en la iglesia de Larkin: Denny O’Neil. Este era un fanático de los cuentos de terror de H. P. Lovecraft, de donde tomó el apellido de Amadeus Arkham, fundador del asilo en la ficción.
Una noche de pesadilla
La fauna demente de Gotham estaba esperando a Grant Morrison con los brazos abiertos. Este se planteó su historia como una vuelta de tuerca experimental al mito de Batman. Para forzar la maquinaria de su estrafalaria imaginación, escribió el guion en estados de privación de sueño. El resultado es a los cómics de superhéroes lo que los cortos de Maya Deren al cine de los años 40: una obra insomne, siniestra, y provista de una negra sofisticación que seduce y aterra.
“Arkham Asylum” extiende un test de Rorschach al lector y le pregunta qué opina. ¿Es Batman un bienhechor, o tan solo un loco más de los muchos que se deslizan entre las sombras de Gotham? El Joker afirma lo segundo y, para probar su teoría, obliga al héroe enmascarado a pasar una noche entera en Arkham.
El cómic nos muestra a varios villanos de Batman como personas con enfermedades mentales reales, creando una atmósfera de pesadilla. Dicha atmósfera se ve representada con todo lujo de detalles por Dave McKean, el artista tras las viñetas. Con su técnica mixta (combinando acuarelas con lápices de color y tinta) y su estilo collage, convierte cada página en una verdadera obra de arte.
Ingreso en el manicomio
Enriquecida por su multitud de referencias a distintos autores (tales como Lewis Carroll, Carl Jung, o Aleister Crowley) “Arkham Asylum” constituye una lectura obligada para cualquier amante de la literatura que esté dispuesto a pasar un rato escalofriante.
El cómic está disponible en español desde que fuera traducida en los años 90 por “Norma Editorial”. Recientemente, ha sido reeditada por “ECC Cómics” en distintos formatos.