Entrevista a Adam Jezierski: “En ‘Venga Juan’ veremos hasta qué punto abrazo el lado oscuro”
Hablamos con Adam Jezierski sobre el estreno el 28 de noviembre de Venga Juan, la nueva temporada de las desventuras de Juan Carrasco, que ahora se podrá ver en HBO Max.
La serie Vota Juan, creada por Juan Cavestany, Diego San José y Víctor García León, alcanza con Venga Juan su tercera temporada. A finales de este mes podremos seguir los devenires del ridículo y a la vez adorable y adictivo político interpretado por Javier Cámara, Juan Carrasco. Él y sus acólitos, interpretados por actrices y actores de la talla de María Pujalte o nuestro entrevistado Adam Jezierski, nos seguirán sorprendiendo al redescubrirnos la cara ¿oculta? de la política de la forma más divertida que uno pudiera imaginar.
Adam Jezierski interpreta a Víctor, un joven político del equipo de Juan que lo adora y le tiene devoción. Él le ayuda en todo, y las acciones de Juan están lejos de pagar a Víctor económica y emocionalmente como se merece.
Jezierski, construye aquí uno de los mejores personajes de su carrera. Está perfecto como Víctor y nos regala la posibilidad de verlo en un registro muy diferente al que nos tenía acostumbrados. Nos demuestra así que es un actor con las herramientas y tablas necesarias para seguir ofreciéndonos personajes de todo tipo en ficciones de cualquier género durante muchos años.
Hablamos con Adam Jezierski
– ¿Dónde estudiaste?
Estudié en un instituto público de Carabanchel, pero interpretación lo estudié más tarde. Empecé a trabajar como actor a los 13, profesionalmente a los 17 y me formé en interpretación a los 25 o 26.
Como en todos los oficios, donde más se aprende es trabajando, pero, aprovechando una época de parón, dije, ahora es el momento de formarme, reciclarme y descubrir nuevas cosas. Estudié en el Estudio Work in progress dirigido por Darío Facal. Fue una experiencia maravillosa.
No soy mucho de recomendar escuelas, creo que es algo muy personal. Al final, el arte tiene que conectar contigo. Lo que te intentan transmitir tiene que conectar con tu yo, tu sensibilidad y con tu forma de entender la vida, el mundo y el trabajo. En este caso, a mí me vino súper bien la formación que tomé.
– ¿Cómo ha sido volver con Juan y compañía en Venga Juan?
¿Que cómo ha sido? No quiero hablar con tópicos y con clichés, pero es que es verdad, es muy difícil formar parte de un proyecto tan redondo, tan reconocido. Para mí es un orgullo y una felicidad cada vez que se nos da la oportunidad de rodar una nueva temporada. No por el ego de estar en algo tan aclamado, sino por las personas que forman esa serie, que son muy talentosas todas y cada una de ellas.
Rodearte de gente tan guay, que te inspira tanto a todos los niveles, es fantástico, y que encima te paguen por ello… Soy un niño feliz de trabajar con Diego San José, María Pujalte, Javier Cámara… Feliz, feliz, no puedo decir otra cosa que no sea esa.
– ¿Qué novedades nos puedes contar sobre tu personaje?
La relación tan tóxica que tenían Víctor, mi personaje, y Juan (Cámara), solo tiene un camino, que es pasar del amor o la adoración absoluta a algo muy turbio y feo. Víctor se hace mayor y se revela un poco contra Juan y contra el mundo entero. Veremos hasta qué punto abraza el lado oscuro.
Pero más allá de Víctor, la temporada es cojonuda (risas).
– ¿Qué es lo que más destacas del rodaje de Venga Juan?
El texto es magnífico, me parece la temporada más redonda de la serie, la más divertida, la más trepidante y seguramente la más interesante.
Los seguidores de las dos anteriores la van a disfrutar muchísimo, porque los personajes se mueven mucho, empiezan en un sitio y acaban en otro muy diferente… sus viajes son muy interesantes y es una temporada, súper, súper, súper divertida.
A Juan Carrasco le explota el pasado en la cara, le explotan los papeles de Juan en la cara. Ese es el arranque de la temporada, que además está muy bien construido. Juan está muy arriba, junto a Víctor se ha pasado al sector privado, a una eléctrica. Estamos con mucho dinero, muy felices, pero la vida, que es muy sabia, en ese momento aprovecha para pegarte el hostión de tu vida. Concretamente se lo pega a Juan y allí comienza su caída en picado. La mayor caída que ha tenido en la serie.
– ¿Qué has aprendido de la política que no supieras antes de trabajar en la serie?
¿Qué he aprendido de la política? Uf… Yo he consumido mucha política. Antes de Vota Juan hubo un momento en el que consumía política desde que me levantaba hasta que me acostaba. Realmente, sorprender no me ha sorprendido, bueno, supongo que el hecho de intentar entender más y ponerse más en la piel de estas personas que coquetean con lo miserable. Intentar entender sus motivaciones y sus miedos. Humanizar, de alguna manera, al enemigo, por llamarlo así. Eso es lo que me ha parecido más interesante y lo bonito de esta profesión.
Cuando empecé en Física o Química, en la primera reunión que tuvimos con los jefes, nos dijeron, “oye, ¿cómo defines a tu personaje?”, “pues Gorka es un hijoputa, es un cabrón, es un miserable”, les contesté y ellos me dijeron “ostras, pues como tú no quieras a Gorka, estamos jodidos porque va a ser un personaje plano y muy poco interesante”. Eso me hizo pensar mucho y entender que claro, yo tenía que entenderle y empatizar con él. Al final, de eso va esta profesión. Javier Cámara tiene que querer, entender y adorar a Juan y así nos pasa a todos.
Eso es una cosa preciosa, interesante y muy humana, creo que es una lección que sirve mucho para la vida. No creo en la maldad vacía, en las personas malas porque sí. Al final, todas las personas están cargadas de razones y creen que lo que hacen es justo, honorable y está bien hecho.
– ¿Utilizas alguna técnica concreta a la hora de interpretar?
No, no soy un actor de una técnica en concreto. Bueno, hay una cosa que me gusta y es estar al servicio del texto. Me parece algo muy importante. Aparcar tu ego interpretativo, tu ego personal y centrarte en la historia que hay que contar. No pelearte con ello, no estar contando tú otra película, que es lo que a veces pasa. Hay un guion por delante y esa es la historia que hay que contar. Tú eres la herramienta a través de la cual se cuenta esa historia. No es más que eso, estar al servicio del texto.
– ¿Eres de los que trae el personaje de casa, o dejas que en ensayos el director te marque exactamente qué es lo que quiere de tu personaje?
Inevitablemente, cuando lees un texto por primera vez se te vienen a la cabeza referencias, te imaginas a esa persona en pie, pero yo soy de los que disfrutan muchísimo ensayando. A mí, cuantos más ensayos me pongas mejor, es el patio de recreo, es el patio de juegos, es el lugar en el que nacen los personajes.
En Vota Juan tuvimos un proceso de ensayos larguísimos, extensos y súper disfrutables y creo que eso luego se nota en pantalla. Se nota cuando ha habido ese proceso o ha habido una lectura y a rodar.
Es muy difícil. Tú no puedes construir un personaje solo en casa sin mirar a la cara a tus compañeros.
– ¿Que te recuerden por Gorka, de Física o química, te gusta o crees que te perjudica en el trabajo?
De jovencito me revelaba muchísimo, lo odiaba. Me decían, “Eh, ¿Tú eres Gorka?” y yo les decía que no, que yo era Adam, “pues, hostia, te pareces mogollón”, me decían (risas). Me cabreaba muchísimo, pero con los años, me da absolutamente igual. Me parece adorable, incluso. Es muy difícil hacer personajes que tengan tanto peso y resulten icónicos.
Ya no lo sufro. Lo años te calman y te rebajan el ego (risas).
– ¿Qué te gustaría hacer que no hayas hecho en el mundo de la interpretación?
Pues contar buenas historias, trabajar al servicio de buenos guiones, de buenos guionistas y de buenos profesionales. No es que no lo haya hecho, lo he hecho, pero dame de eso todos los días.
Si quieres algo más friki… bueno, con los años ya no tanto, porque con la edad uno coge perspectiva y se da cuenta de que casi todo es basura, pero a mí de niño me encantaba el cine de terror.
Yo era muy fan del cine de terror. Era de los que se veían todas las partes de Viernes 13, Pesadilla en Elm Street, Halloween… me fascinaban esas películas de niño, a día de hoy verlas es muy complicado porque son unas películas de mierda (risas). Es complicaíllo comerte un Viernes 13 4ª parte a día de hoy, por mucho que te guste el cine, es mazapán (risas). Pero si volviese a hacerse slasher en España, me encantaría participar, que me degollaran y me trituraran. Me encantaría forma parte de la casquería.
– ¿Qué queda del niño del cortometraje ganador de un Goya, Sueños?
Pues el disfrute jugando a esto. Esto tiene una parte de juego muy bonita. En mi vida soy un tipo normal de 31 años que lleva una vida y problemas normales, pero mi profesión, a veces, me permite disfrazarme y jugar. Eso es algo maravilloso, es muy guay.
La gente de mi edad normalmente ha dejado aparcado el juego, porque la vida le ha llevado por otros lados, pero a mí, mi profesión me permite de vez en cuando abrir esa puerta de nuevo, y eso es genial.
– ¿Cómo ves la figura de la mujer en el mundo del cine?
Creo que, poquito a poquito, las cosas se están haciendo mejor, pero como en la vida, creo que todavía queda mucho que hacer. Algo que me parece importante es que a las actrices se les de papeles de mujeres de 40 en adelante con apariencia de mujeres de esa edad. Es una putada que haya tan pocos personajes en esa franja de edad y que las mujeres vivan prisioneras de esos cuarenta y tantos años porque, si no, no tienen papeles. Creo que aún queda un largo camino que recorrer en ese sentido.
Cuestionario Furioso de Adam Jezierski
Película favorita: ¡Olvídate de mí!, de Michel Gondry.
Serie favorita: The Wire, de HBO.
Libro favorito: Apocalipsis, de Stephen King.
Cómic favorito: Dragon Ball, de Akira Toriyama.
Cantante, grupo o músico favorito: David Bisbal, soy muy de música de verbena, popero y reguetonero.
Artista plástico favorito: No sabe no contesta.
Miedo tecnológico: A mí me dan mucho miedo las redes sociales en general, soy de los que les encantaría un gran apagón (risas), no total, pero sí en ese sentido. Creo que, aun teniendo cosas muy positivas, las redes sociales han acentuado otras que me parecen muy feas y muy poco interesantes, como la continua necesidad de sentirse aprobado y aceptado o el ensimismamiento de que lo único importante en la vida es estar perfecto visualmente. Ese terrible culto a la belleza física y a esa perfección. Además, también creo que han alejado más que acercado a las personas, cuando en su origen vendían lo contrario.
Foto de portada: Fernando Vázquez Morago.