La trinchera infinita se queda fuera de los Oscar, obviamente
La trinchera infinita se quedó fuera de la carrera de los Oscar, menudo titular ¿no? ¿Alguien realmente esperaba que llegara a estar nominada?
Desde la nominación de Mar adentro (2004) de Amenábar a la del año pasado con Dolor y gloria (2019)de Almodóvar pasaron 15 años de propuestas fallidas. Soy de la idea de que el año pasado tuvimos suerte con la nominación.
Creo que la Academia presentó la película de Almodovar porque era de Almodovar no porque fuera una de sus mejores películas, un generoso regalo que rebosa arte, riesgo y cine por todos sus lados. La presentaron por ser del maestro manchego y tuvimos la suerte de que además era una pieza de cine europeo de máxima calidad.
Con la trinchera infinita, no había ninguna suerte de ecuación que salvara el funesto resultado de su presentación como candidata a los Oscar.
Por qué no se debió presentar La trinchera infinita a los Oscar
La trinchera infinita de Aitor, Jon y Jose, es una cinta muy desequilibrada. Imagino que por el hecho de estar dirigida a seis manos acabó con un corte final de 2h 27min. A la película le sobra una hora de metraje, lo que cuenta no da para tanto. Se dan vueltas sobre la misma idea haciendo que el espectador desconecte de la película y siga viéndola para ver si al final atrapan al protagonista o se salva (como casi siempre ocurre).
Por lo único que sorprendió el final es por lo que tardó en llegar no por el desenlace.
Exceptuando el comienzo de la peli, con la persecución al personaje de, de la Torre, el resto del film está rodado de forma convencional y poco original.
Los actores tampoco estuvieron en su mejor momento. La interpretación de Antonio de la Torre no se acerca a sus mejores trabajos, como, por ejemplo: sus interpretaciones con Daniel Sánchez Arévalo, con Rodrigo Sorogoyen o Dispongo de Barcos (2010) y Grupo 7 (2012).
Belén Cuesta, directamente, estuvo lejos de una buena interpretación. Sorprendente fue su Goya por ese personaje. Ella hace un trabajo excelente en Paquita Salas, La llamada (2017) o la última peli de Cesc Gay Sentimental (2020).
La diferencia de edad entre ambos tampoco ayudaba a creerse esa relación.
Si hablamos de la edad no podemos olvidarnos del maquillaje. El maquillaje para envejecer a los protagonistas, aun ayudado por la iluminación de la peli, tampoco dio el callo, solo funciona para las fotos.
No nos olvidemos del momento en el que se enmarca la película, otra vez: la Guerra Civil. Da la sensación de que la historia de este país se reduce a los últimos 90 años.
En el riesgo está el éxito
2019 fue el año en el que se estrenaron dos películas como hacía tiempo que no veíamos en nuestras carteleras: El Hoyo y Ventajas de viajar en tren.
Ambas películas son rompedoras, arriesgadas, valientes, técnicamente impecables, modernas, llenas de buenas interpretaciones, con una dirección personal que acompañar la historia y un lenguaje cinematográfico que consigue quitarte la sensación de déjà vu que suele tener el cine de los últimos años. Ambas pelis habrían sido mejor opción para llegar a estar nominados a los Oscar.
Al menos, Almodóvar sí que sigue siendo aspirante a la nominación al Oscar al mejor cortometraje por La voz humana.
Si no ha quedado claro lo que quería decir, solo hay que ver Ya no estoy aquí, la propuesta mexicana que sí ha llegado a ser candidata. Es un buen ejemplo y una peli maravillosa.
¡Saludos furiosos!