‘Question’, zen y violencia
Después de haber devuelto a Batman a sus raíces de género negro, y convertido a Flecha Verde en un militante de extrema izquierda, Denny O’Neil se hizo cargo de responder a la Pregunta más controvertida de los cómics. “Zen y Violencia” es el nombre de la etapa del guionista al frente de uno de los personajes más enigmáticos de “DC”, Question. Abstenerse melindrosos. Llegamos a Hub City…
En 1983, la editorial “DC” adquirió los derechos de “Charlton Comics” y, con ellos, la pregunta más importante de la historieta americana. Una que nadie había sabido contestar satisfactoriamente, hasta que se le fue planteada a Denny O’Neil.
Preparaos para un artículo repleto de violentos interrogantes, cuestiones meditabundas, y los peores juegos de palabras que hayáis leído en vuestras vidas.
Dennis O’Neil: una leyenda del cómic
Dennis Joseph O’Neil nació el 3 de mayo de 1939, en el seno de una familia profundamente católica, en San Luis, Misuri. Posteriormente, se licenció en Lengua Inglesa y formó parte de la marina americana, en plena crisis de los misiles de Cuba. Denny volvió de dicho conflicto con ideas pacifistas y de extrema izquierda.
Años después vivía en el Greenwich Village de Nueva York, como un joven hip, donde metió cabeza en el mundo de los cómics de la mano de Roy Thomas (otro ilustre del medio). O’Neil fue a autores de la talla de Frank Miller o Chris Claremont lo que Henry Miller a Jack Kerouac o a Norman Mailer: un precursor, y un espejo en el que mirarse.
Primero en “DC”, luego en “Marvel”, y de vuelta en “DC”, fue uno de los primeros escritores americanos en considerar el cómic como una forma de arte y tratarlo como tal, insuflándole una calidad literaria sin demasiados precedentes. No en vano, suyas son iteraciones definitorias de personajes tan conocidos como Ironman, Daredevil, Batman o Flecha Verde.
O’Neil era un hombre inteligente e introvertido, con una tendencia genética heredada de su padre hacia el alcoholismo. Esto le causó muchos problemas durante una época prolongada de su vida. Felizmente, superó su adicción gracias a la meditación vipassana y a otras prácticas del budismo zen. Sumó estas y otras vivencias a su amplio bagaje literario para dotar de dimensión y forma a muchos de los personajes sobre los que escribió. ¿A cuál de ellos, en especial?
Buena pregunta.
Question: El hombre sin cara
“La Pregunta” (“The Question”, en inglés) fue un personaje creado en 1967 por Steve Ditko (cocreador de Spiderman). Vic Sage era un periodista de investigación que rampaba por las peligrosas calles de Hub City. Para llevar a cabo sus investigaciones, protegía su identidad untándose la cara con una sustancia llamada “pseudoderm”, desarrollada por un científico amigo suyo, Aristotle Rodor, “Tot”. Al entrar en contacto con un gas en concreto, dicha sustancia se adhería perfectamente a la piel de Sage, ocultando sus facciones completamente, sin impedirle respirar o ver.
Así fue cómo nació la enigmática figura de “La Pregunta”, abriéndose paso a través de los bajos fondos de su ciudad a base de puñetazos y tiros, con gabardina, sombrero, y desprovisto de rostro, como una especie de Harry el Sucio con inclinaciones teatrales. El personaje era estéticamente llamativo, y sus historias aseguraban una sana dosis de adrenalina.
Después de haber intrigado a “Charlton Comics” durante más de tres lustros, La Pregunta fue reformulada por su nueva editorial en 1985, en mitad de otra crisis (esta vez, la de “Tierras Infinitas”). Tardó dos años en recibir respuesta, y esta resultó más interesante y compleja de lo que nadie habría esperado.
Question: al borde de la muerte
En febrero de 1987 salió el primer número de The Question de Denny O’Neil. En él, Hub City se nos presenta como una ciudad repleta de peligros, a la altura de otras del universo “DC” tales como Gotham o Blüdhaven, presa de la decadencia urbanística, el narcotráfico, y la corrupción política, a la imagen de la Nueva York de los años 70 y 80.
Su alcalde es Wesley Fermin, un borracho ultraconservador, más preocupado por la “amenaza” del comunismo que por el bienestar de sus ciudadanos. Fermin es, igualmente, un pelele en manos del arzobispo local, Jeremiah Hatch. Este, por su parte, no es sino un loco delirante que se considera en la obligación de propagar el mal para forzar la mano de Dios, propiciando así el Armagedón.
Vic Sage lucha contra dicha corrupción ejerciendo su labor como reportero de día, y repartiendo candela como La Pregunta de noche. En una ocasión, sin embargo, topa con un pez más grande que él. Inconsciente y con lesiones de gravedad en todo el cuerpo, acaba en el fondo del muelle de Hub City. A un segundo de morir es rescatado por Lady Shiva, una maestra en artes marciales creada por el propio O’Neil.
Question: la escuela del zen
Shiva manda transportar a Sage hasta las cimas del Himalaya, donde tiene lugar su recuperación mental y física con ayuda de un tal Richard Dragon. A diferencia de otros personajes tales como Batman o Flecha Verde, Question no solo adopta las técnicas de combate de oriente, sino también su filosofía. Cuando vuelve a su ciudad natal, Vic Sage lo hace como un hombre nuevo, en la senda del budismo zen.
Desde este punto en adelante, cada número de “La Pregunta” se cuestiona un dilema moral distinto. Sin abandonar la violencia y el ritmo frenético que las hacía atractivas desde un principio, sus aventuras se ven nutridas de un subtexto que tiene más que ver con el camino espiritual de Sage que con la contundencia de sus puños. O’Neil llena sus páginas de referencias a obras tales como “Zen y el Arte del Mantenimiento de la Motocicleta”, de Robert M. Pisig, “El Taoísta Errante”, de Deng Ming-Dao, o “Cortar Leña, Llevar Agua”, de Rick Fields.
Del mismo modo, su representación de Hub City como una ciudad con problemas reales, comparables a los de cualquier gran urbe occidental, le añaden a The Question otro matiz más, esta vez de índole social y política.
El arte en cuestión
Dicha mezcla de fantasía superheroica y verosimilitud, a caballo entre la crónica negra y el budismo Mahāyāna, no sería tan fácil de digerir de no ser por el aporte gráfico de Denys Cowan. En esta serie, el dibujante realiza uno de sus mejores trabajos. Sus trazos limpios y duros transmiten a la perfección la violencia y decrepitud moral del contexto en el que se plantea The Question. Igualmente, representan los elementos más ilusorios de la historia de forma que no chirrían, mostrando un mundo cohesivo en el que lo fantasioso y lo mundanal se dan la mano.
Cabría destacar, también, la hermosa portada realizada por Bill Sienkiewicz para el volumen recopilatorio de la etapa de Denny O’Neil al frente del personaje, titulada, muy apropiadamente: “Zen y Violencia”.
Question: la siguiente Pregunta
Terminada la serie de O’Neil y Cowan, La Pregunta no ha vuelto a resonar igual. Su popularidad ha ido decreciendo con el tiempo, hasta quedar como un personaje del fondo del armario de “DC”.
Su intervención más notable en los últimos años se produjo en 2006, en uno de los múltiples arcos argumentales de la serie titulada, sencillamente, “52”. En él, Vic Sage entrena a la ex-agente de policía Renée Montoya para que se convierta (sin saberlo) en la nueva Pregunta.
Montoya nació como un personaje secundario en la absolutamente genial “Batman: la Serie Animada”, de Bruce Timm, y creció en los cómics de “Gotham Central”, impulsada por Greg Rucka.
Todas y cada una de estas historias se merecen un artículo para ellas solas. De momento, nos quedamos con el sabor a sangre en la boca, sintiendo el azote del viento nocturno en un mugriento callejón de Hub City, con Denny O’Neil, y su interesante Pregunta.