‘Lux Æterna’ la nueva locura de Gaspar Noé
Gaspar Noé lo ha vuelto a hacer. Lux Æterna es una cinta delirante, una película que le da la vuelta al metalenguaje cinematográfico hasta llegar al punto de podernos crear un ataque epiléptico.
La felicidad suprema que siente un epiléptico un segundo antes de la crisis no la cambiaría por toda la felicidad de una vida.
Fiodor Dostoïevski
Con esta cita de Dostoïevski comienza la nueva peli del enfant terrible del cine galo. A lo que continúa con diferentes imágenes de aparejos de tortura medievales para castigar a las brujas y la brutal escena de la hoguera de la joya de Dreyer Dies Irae (1943).
De él es la siguiente cita del film:
Los cineastas tenemos una gran responsabilidad, debemos elevar el film del plano de la industria al del arte.
Carl Dreyer
La película se puede encontrar en el exquisito catálogo de Filmin .
Qué nos cuenta el amigo Noé en su Lux Æterna
Gaspar Noé reúne a su director de foto, Benoit Debie, y a las actrices Charlotte Gainsbourg (Anthicrist (2009)) y Béatrice Dalle (À l’intérieur (2007)) junto a un reparto compuesto por diferentes actores jóvenes ya considerados de culto como: Abbey Lee (Neon Demon (2016)), Karl Glusman (Devs (2020)), Félix Maritaud (Sauvage (2018)) para mostrarnos su versión de una caza de brujas.
Béatrice Dalle será la directora de L’œuvre de Dieu una película sobre aquelarres y brujas. La protagonizará Charlotte Gainsbourg.
Gaspar Noé divide la pantalla en dos. En ellas podemos ver a las dos actrices rodadas con doble cámara u otros lugares (como una chimenea encendida) escogidos por el director.
Durante más de 10 minutos disfrutaremos de una conversación entre Béatrice y Charlotte que da la impresión de estar completamente improvisada.
Esa conversación sobre sus vidas y anécdotas de rodaje será el único momento de calma del film ya que, a partir de ahí, el dios del caos Apofis da rienda suelta a su locura.
Hoy en día, la mayoría de los cineastas son muertos vivientes y sus filmes son como ellos.
Jean Luc Godard
¡Luces, cámara y… acción!
Noé nos muestra como puede ser de caótico un rodaje. La lucha de egos artísticos, la cantidad de gente que puede haber en un reducido set, el voluminoso material técnico mezclado con los gritos de todos y las numerosas decisiones de los jefes de equipo y el director.
Quien haya estado en algún rodaje ya sabe de lo que hablo.
Hay que tener en cuenta que Lux Æterna nos es un documental. Todo lo que vemos es bajo la mirada excesiva del genio galo/argentino.
Así como Climax (2018) convirtió una fiesta de bailarines en una bacanal caníbal, Lux Æterna convierte un rodaje en una colorida pesadilla en la que el color puede quemar.
Noé nos enseña por todo lo que tiene que pasar un director a la hora de rodar. Enfrentarse a sus miedos e inseguridades. A que no te tomen en serio. Evitar la mirada inquisidora de un productor/inversor que no quiere perder su dinero. A técnicos frustrados que quisieron ser directores. Contener a actores arribistas o modelos que quieren ser actrices y procurar dar a luz algo que sientas tuyo.
Cuando la presión sube demasiado me transformo en un dictador.
R. E. Fassbinder
Deus ex machina
La corta duración de Lux Æterna, es la ideal para lo que necesita la historia. Las actrices principales están geniales. Especialmente Gainsbourg. Béatrice, suele caer en la sobreactuación, como ya nos tiene acostumbrados.
La contraposición de esas dos formas de interpretar es tan interesante como la música del filme. En su banda sonora encontramos temas de la ópera Cástor y Pólux, de la sinfonía nº5 de Par Gustav, Aquarium de Saint-Saëns, Sarabande de Barry Lyndon (1976), la marcha fúnebre de Chopin o el Dies Irae del Requiem de Verdi.
Noé, como director de Lux Æterna, hace y deshace a su gusto el lenguaje cinematográfico. Las normas formales de lo que debería ser una película se las deja al resto de mortales y él actúa como un Dios con sus propias reglas. Las reglas de su mundo. El mundo de Noé.
Soy ateo gracias a Dios
Luis Buñuel