Rimbaud y Verlaine. Su trágico amor
El extremismo del amor ante la poesía maldita de sus obras.
Mucho se ha hablado de la gran generación de poetas a la que pertenecieron, Verlaine y Rimbaud, los llamados Poetas Malditos. Una generación de artistas de origen francés que llevaron a cabo una de las mayores revoluciones estilísticas conocidas hasta la fecha.
Su poesía, estaba fuera de toda norma convencional, un alarido de reminiscencias sombrías con tintes visionarios, muy alejada de los cánones del romanticismo imperante, donde, la creación poética y la consiguiente visión de nuevos espacios sugerentes en sus poemas, conformaban el patrón ecuménico de esta llamada “generación maldita”. Esto les creó una opinión muy desquiciada y rastrera por parte de sus contemporáneos.
Charles Pierre Baudelaire, Stéphane Mallarmé, Jean Nicolas Arthur Rimbaud y Paul-Marie Verlaine, son los claros ejemplos de esta poesía hermética, “deslenguada” y distanciada de toda norma moral.
Rimbaud y Verlaine: Una de las historias de amor más trágicas de la literatura francesa
Por el contrario, y aunque esta gran obra poética de esta generación lo merece y lejos de indagar en sus respectivas obras (no es motivo de esta reseña), nos evoca y nos apetece hablar sobre la relación morbosa y torcida de Verlaine y Rimbaud. Para todos aquellos interesados en saber algo más, os recomendamos la película Vidas al límite (1995, Total Eclispse). Extraordinario film dirigido por Agnieszka Holland, donde el juego poético del amor entre ambos poetas se lleva al extremo.
Su poesía fue criticada, al igual que el estilo de vida que estos artistas practicaban manteniéndolos alejados de una sociedad puritana y clasista. Conocieron en primera persona la enfermedad y el abandono. Y todos ellos rehuyeron la escena pública y oficial de la sociedad francesa.
Así era su vida, sus placeres y sus excesos, donde era imposible crear poesía sin un trago de absenta y donde, no se sabe quién trato de seducir a quién, aunque sí sabemos que, Rimbaud, disfrutaba con los halagos y Verlaine disfrutaba de la poesía expansiva y visionaria de uno de uno de los mayores poetas de todos los tiempos.
Al fin y al cabo, el amor es libre y el deseo también, como fue sus vidas y por qué no, sus escarceos amorosos.
Te damos las llaves para conocer esta historia, de dos de los más grandes poetas franceses de todos los tiempos. Lee, visiona, saca tus propias conclusiones. Nosotros estamos aquí para comentar contigo.