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‘Batman: La serie animada’: los 10 mejores episodios

Sucedió bajo el eco de los compases allí donde El Murciélago reinaba. La banda sonora de Danny Elfman, el aura de la visión gótica de Tim Burton y muchísimo mechandising de la Warner Bros invitaban al optimismo. Sea como fuere, cualquier expectativa con Batman: La serie animada (1992-1995) quedó sobrepasada con una adaptación que mereció una secuela inmediata, varias películas derivadas de la misma y un reconocimiento en el imaginario popular que recordaba hitos como los históricos doblajes de Kevin Conroy y Mark Hamill para la eterna dupla Batman-El Joker.

Actualmente, la subida a las plataformas Prime Video y Netflix de Batman: El cruzado enmascarado (2024) ha supuesto un brindis por aquellos viejos tiempos, incluyendo que Bruce Timm, el alma del primer proyecto, se haya puesto al mando de la producción de un show que en sus diseños ha buscado una ambigüedad temporal intencionada. Tampoco han faltado las voces de máximo nivel para el elenco, sobresaliendo Christina Ricci como una magnífica voz para Catwoman. O productores ejecutivos con la reputación de Ed Brubaker, un guionista nacido para el género negro.

Sea como fuere, al igual que le sucedió a un programa de primer nivel como Batman del futuro (1999-2001), el espectro cartoon de una capa inolvidable sigue oteando y generando tanto terror en posibles sucesoras como el Murciélago de Gotham hace con los delincuentes de sus calles. Hoy, en las Furias Magazine queremos proponer un recorrido muy especial por la ciudad del crimen, abordando un caso tan complicado que ni la mismísima Barbara Gordon querría desenredar: un surtido con el top 10 de una de las mejores series de dibujos del pasado siglo. AVISO: la numeración de los episodios es la de Netflix, diferente a la original o a la de otras plataformas.

Póster de Batman: La serie animada.
Póster de Batman: La serie animada.

Batman: La serie animada: Bruce Timm

Preludio: El otro Bruce

El joven aspirante a dibujante había despertado la atención de Carl Potts, la persona designada por Marvel para determinar posibles nuevos talentos para la Casa de las Ideas. Si bien el lápiz no parecía nada especial, algo en las tintas reflejaba cierta habilidad. Bruce Timm podía albergar esperanza cara al simulacro que debía hacer con los acabados de la obra de Jon Bogdanove y June Brigman. No obstante, terminó quedando eliminado del proceso de selección. Le faltaba todavía consistencia.

Con el tiempo, dio las gracias a la Fortuna por ese giro de acontecimientos. El muchacho nacido en Oklahoma a la altura de 1961 debía olvidarse, por el momento, de hacer carrera en los cómics y mantenerse en la brecha de la industria de la animación. No podía saberlo, pero aquello era una bendición encubierta que le iba acercando inexorablemente a Batman.

John Kricfalusi sería su mentor en el estudio de Bakshi. Como profesor, supuso alguien capaz de revelarle sus puntos flacos y mejorarlos sobre la hoja de papel, aunque las primeras semanas resultaron pesadillescas para Timm, quien casi se deprimió por los ácidos comentarios de su supervisor, casi anhelando sus días más tranquilos en Filmation, donde colaboró en She-Ra.  

Todo un experto en el Murciélago, David Hernando, dedicó una biografía o en la colección Monográficos Dolmen a nuestro protagonista, poniendo el punto de inflexión en el comentario de su amigo y socio Bob Camp: “Hey, Warner Bros está lanzando una división dedicada a la televisión y una parte de ella se centrará en dibujos animados”. Muchas veces, Kricfalusi le había subrayado su falta de humor para trabajar en aquel sector. Ahora, gracias a los Tiny Toons, la cosa iba a cambiar y colocar a Bruce Timm en primera línea de meta para un proyecto muy especial.

Bruce Timm.
Bruce Timm.

Jean MacCurdy: Only Jean

Jean MacCurdy se erigió en la dama adecuada en la hora más aciaga. Justo cuando los rumores del descontento por los diseños en las oficinas deceítas se hacía más fuerte, sería ella quien diera el máximo respaldo a la iniciativa de Bruce Timm y Eric Randomski, coproductor y otro hombre esencial en el futuro éxito. Sin dejarse influenciar, MacCurdy defendió que aquellos diseños que bebían de fuentes tan diversas como Disney, Dick Tracy o Doc Savage poseían algo muy especial. Too cartoony se oía a los vaticinios más agoreros, pero pronto esas muecas de desaprobación se tornarían en asombro.

Jenette Kahn, Editora en Jefe en aquellos momentos de la compañía, quedó encantada con las explicaciones de MacCurdy, algo que Timm nunca olvidaría. Sin ese vital respaldo nunca se hubiera producido el milagro televisivo que posteriormente ocurrió. Era un Batman diferente, pero absolutamente apropiado. Bruce Wayne resultaba tan reconocible como sus secundarios y el envoltorio combinaba un atractivo infantil con una sombra de oscuridad propia del cine negro.

Paul Levitz, vicepresidente ejecutivo, admitió que habían sido increíblemente protectores antes de dar luz verde a la emisión, pero luego admitió sin rubor que “Los niños están en buenas manos”, haciendo sobresalir que cualquier persona del fandom del héroe iba a sentir que estaba frente a una visión canónica del mito de la Batseñal en la pequeña pantalla. Los célebres dibujos animados de Superman a cargo de los estudios Fleischer oteaban en el horizonte como un referente que, increíblemente, sería alcanzado. La irrupción de guionistas como Paul Dini, quien posteriormente firmaría con Chip Kidd el maravilloso libro Batman Animated (1998), haría el resto para subir a la audiencia en una montaña rusa.

Batman: la serie animada.
Batman: la serie animada.

Corazón de Hielo (Temporada 1, Episodio 14)

Si bien había estado en la sala de máquinas de toda aquella aventura desde que arrancó el experimento audiovisual, era la primera vez que Bruce Timm asumía las funciones de director en la serie animada. Lo haría a lo grande, contando con el trabajo previo del guionista con el que mejor armonía tenía: Paul Dini había intuido a la perfección los trucos más efectivos para convertir a un antagonista como Mr. Frío en una figura realmente trágica y digna de compasión.

Incluso los premios Emmy inclinaron la cabeza con gesto de aprobación hacia la desgraciada historia de amor entre Victor Fries y Nora. Continuando una intuición muy certera de Mitch Brian, el show empezaba a ser un gran trampolín para que antiguos villanos ya olvidados se erigieran en magníficos antagonistas con complejas emociones. La audiencia podía censurar los crímenes cometidos por el antiguo científico, pero resultaba inevitable no compadecer su agónica existencia desde el trágico accidente.

Michael Ansara terminó designado como el doblador de un auténtico reto: no debía sonar demasiado personal o emotivo, si bien algo en los robóticos ademanes de Mr. Frío debía provocar empatía. Particularmente, Nora cuajó tan bien en la mitología del Murciélago que fue incluida en los cómics canónicos de DC. Es decir, aquel espacio ya no podía ser considerado un mero experimento, se estaba forjando cosas que iban a influir en los otros medios que trataban al héroe de Gotham.

Posteriormente, autores con el talento de Sean Murphy han querido rendir tributo al bueno de Victor, además de existir un largometraje dirigido por Boyd Kirkland: Batman & Mr. Frío: SubZero (1998).

Mr Frío y Nora en Batman: la serie animada.
Mr Frío y Nora en Batman: la serie animada.

Dos Caras (Temporada 1, Episodios 10 y 11)

Harvey Dent siempre había sido incómodo en la mitología de Gotham. Sorprende poco que el colorido y camp Batman televisivo de Adam West hubiera renunciado a incorporarlo. El apuesto fiscal del distrito que se convirtió en un monstruo. Creado por Bob Kane y, durante mucho tiempo injustamente olvidado, Bill Finger, aquella renovación del mito de Jekyll y Hyde se convertía en un reto que el director Kevin Altieri decidió abordar en una saga de dos capítulos.

Con habilidad, el argumento hilvanado por Alan Burnett consiguió ahondar en la psique reprimida de Harvey a lo largo de su estresante campaña electoral. Sin dejar de ser una serie que podía disfrutar y ver el público infantil, la trama podía ser igualmente satisfactoria para una persona adulta que podía ver al corrupto político Rupert Thorne aprovechando viejos traumas de infancia de Dent para descabalgarlo antes de que empiece a sanear la ciudad como ha prometido. Si bien su prometida Grace y el propio Bruce Wayne le apoyan, queda patente que el hombre de leyes está dejando de poder contener a su antiguo demonio reprimido.

El final de la primera parte resulta devastador: las maniobras de Candice, astuta lugarteniente de Thorne, provocan una fatal lucha donde un accidente deja horriblemente desfigurado al candidato. La conclusión de la primera entrega supuso uno de los shocks más devastadores en la pequeña pantalla a finales de septiembre de 1992. No en vano, Timm siempre ha mostrado devoción por lo que significa Dos Caras en esta saga: Two of a Kind, pequeña historia en blanco negro ejecutada por él mismo a los lápices, publicada en Batman: Black and White, narra en apenas ocho páginas la complejidad de un alma atormentada que parecía haber hallado la redención con la cirujana Marilyn Crane. Una joya desoladora de puro noir.

2 caras en en Batman: la serie de animada.

Un favor para el Joker (Temporada 1, episodio 22)

Bruce Timm nunca ha podido revisionar la primera temporada del show con simpatía. El perfeccionismo y los avances técnicos provocan en el artista que no pueda ser indulgente con cierta lentitud de movimientos. Sin embargo, fuera de esa órbita autoral es inconcebible no caer rendido ante un arranque demoledor donde la nariz de Bruce Wayne o cierta parsimonia en las secuencias son el menor de los inconvenientes frente a un demoledor ingenio.

Pocas muestras hay más palpables que en esta pequeña joya dirigida por Boyd Kirkland. Al más puro estilo hermanos Coen, Paul Dini traza el guion de un hombre normal y corriente a quien un pequeño accidente de tráfico atrapa en la fina tela de araña del Joker. A título histórico, sería la primera vez que veríamos a una carismática lugarteniente que hacía acrobacias y parecía la gracia personificada. Todavía no era su momento, pero el mundo oiría hablar de Harley Quinn.

La odisea del pobre Charlie Collins le llevaría a estar en el fuego cruzado de la guerra entre Batman y su principal oponente. Mark Hamill, con permiso de Luke Skywalker, arranca aquí a brindar su mejor registro con un antagonista al que maneja como nadie. Sorprende poco que décadas después fuera llamado para ser Skeletor por Netflix. La fina línea entre la diversión y el peligro es extraordinaria en su tono cara a plantear cada escena, la clase de terreno resbaladizo que supone pisar los terrenos del payaso de Gotham.

Ed Begley Junior supo hacernos suspirar porque Collins pudiera volver a reunirse con su familia y vivir para contar que había bailado con el diablo a la luz de la Luna.

El Joker en Batman: la serie de animada.
El Joker en Batman: la serie de animada.

El extraño secreto de Bruce Wayne (Temporada 1, episodio 37)

Bruce Timm siempre ha admitido sentirse fascinado por el potencial de los cómics de Batman escritos por Steve Englehart y el dibujante Marshall Rogers. En unos pocos números, mostró un loco plan del Joker con los peces de Gotham (homenajeado en el show), al corrupto Rupert Thorne (uno de los enemigos frecuentes en la televisión y los cómics surgidos de ella) y Silver, una de las parejas sentimentales de Bruce más reales y complejas jamás vistas.

Sorprende poco, por ende, que el director Frank Paur brinde aquí la primera (y única) aparición de Hugo Strange, uno de los pesos pesados de aquella etapa dorada de Englehart. En apenas su debut ya le veremos siendo capaz de descubrir el secreto debajo de la capucha, algo que asimismo se ha retomado en la interesante miniserie ilustrada Batman: El Caballero de Chip Zdarsky y Carmine di Giandomenico.

David Wise orquesta una ingeniosa idea que llevará a Bruce a ver su secreto mejor cubierto expuesto ante ojos tan sanguinarios como los del Pingüino, el Joker o Dos Caras. El peso de Alfred y Dick Grayson para intentar cubrirle las espaldas será fundamental en una carrera contrarreloj que mantiene a la audiencia pegada a la butaca en una adaptación sumamente hábil y personal de algunas de las páginas más excelentes jamás narradas y dibujadas sobre El Murciélago.

 Batman: la serie de animada.
Batman: la serie de animada.

Tal vez sea un sueño (Temporada 1, episodio 30)

Adrienne Barbeau supo captar a la perfección el tipo de sonido que debía producir Selina Kyle. Una ladrona de guante blanco que no puede catalogarse con facilidad en la frontera que separa los límites de lo moralmente aceptable. Activista por los derechos de los animales y saqueadora de una ociosa jet set que vive en sus torres de marfil, la Catwoman de Bruce Timm intentó beber todo lo posible de la caracterización de Michelle Pfeiffer en el segundo largometraje de Tim Burton.

Por ello, sorprende mucho a la audiencia en Tal vez sea un sueño verla como la feliz esposa de Bruce. Barbeau firma un doblete difícil al encarnar también a a Martha, la madre del héroe. Todo forma parte de una fábula dirigida por Boyd Kirkland, uno de los mejores directores del programa como se puede comprobar en este surtido seleccionado, y con una potente historia de Michael Reaves y Laren Wright.

Adaptada al lenguaje televisivo por Joe R. Lansdale, la aventura transcurre por completo en la psique del protagonista, quien debe afrontar una pregunta que toda su comunidad lectora se ha hecho: ¿podría alguien con una vida plena, feliz y sana asumir el manto del Murciélago? Si el asunto se resolviera con una enseñanza onírica, seguiríamos estando frente a buen capítulo, aunque lo que eleva esta proposición tan audaz es que el misterio tiene solución y en la ciudad del crimen siempre hay un villano en las sombras. Uno que, quizá, es el que más cerca estuvo en este universo de acabar con el justiciero para siempre con el mejor de los cebos.  

 Batman: la serie de animada.
Batman: la serie de animada.

El Fantasma Gris (Temporada 1, episodio 18)

La gratitud es una manifestación de los espíritus nobles. Aunque hoy en día su estética camp deba ser contextualizada y algunas de sus frases atávicas vistas con nostalgia, el Batman protagonizado por Adam West marcó a toda una generación y llevó al héroe gothamita a pervivir en el imaginario popular, incluso desvirtuando su oscuridad de nacimiento. Bruce Timm había sido niño cuando veía a West coger un teléfono rojo y bajar con su inseparable Robin (Burt Ward) a una cueva plagada de secretos (e incluso un rector nuclear).

Hasta en los diseños de Timm no deja de haber algunas influencias ocultas. En su elegante Catwoman es fácil adivinar a Julie Newmar como musa, mientras que el show emitido por la ABC mostro a una divertida ayudante rubia que seguía con entusiasmo los malvados planes del Joker. La interpretó Nancy Kovack y es factible considerarla una especie de primer borrador de la que luego sería la increíble Harley Quinn. ¿Su nombre? Queenie.

Por ello, Beware the Grey Ghots es un capítulo esencial para entender la psique de Bruce, ese niño atormentado que se oculta bajo la creación de Batman. Fruto de los días felices antes de su tragedia, era devoto público de un programa televisivo llamado El Fantasma Gris. Por supuesto, la voz del viejo héroe sería colocada por Adam West, dándose una preciosa sucesión del testigo que resulta irresistible y llevará al superhéroe a buscar la inocencia de su antiguo ídolo.

 Batman: la serie de animada.
Batman: la serie de animada.

Casi le pillo (Temporada 1, episodio 46)

Si vas a copiar, hazlo de los mejores. Sorprendería muy poco que una dupla artística con la valía del tándem Dan Slott-John Romita Junior no hubiera tenido presente este capítulo escrito por Paul Dini donde un puñado de villanos de Batman comparten historias de cómo casi acaban con El Murciélago. Para celebrar los 60 años de un buque insignia como los Cuatro Fantásticos, la dupla hizo un ejercicio parecido (y plagado de paradojas temporales fascinantes) con un cónclave de las distintas versiones de Kang El Conquistador.

En el caso que nos ocupa, Eric Radomski dirige con mano maestra una serie de tramas bien hilvanadas para converger en una ingeniosa resolución. Una de las marcas de calidad de Batman: La serie animada eran sus fabulosos carteles, futuros pósteres de colección. Llama poco la atención que el tomo de lujo editado por Tittan Book en 2020 eligiera uno de los trabajos más soberbios de Justin Erickson: una partida de póker donde el Pingüino, Poison Ivy, Dos Caras, el Joker y Killer Croc se miran con desconfianza.

Los recursos narrativos están tan bien utilizados que cada discurso va elevando el listón hasta llegar a un clímax final inesperado. Habrá hueco para la llegada de Catwoman, una de las figuras más ambiguas e interesantes del show. Imposible de catalogar con sencillez como heroína o villana, un verso libre que, sin embargo, siempre será la debilidad personal de Bruce Wayne. Suyas son las últimas palabras que dan origen al titulo de una pieza imperdible.

Batman: La serie animada.
Batman: La serie animada.

El ajuste de cuentas de Robin (Temporada 1, episodios 32 y 33)

Si bien las virtudes de la serie animada de Batman nunca deben dejar de ser ponderadas, nunca está de más, incluso en un surtido de estas características, incidir en algunos puntos más controvertidos. Bruce Timm nunca creyó en la figura de Robin, veía al héroe de Gotham como una figura realmente solitaria y le estorbaban en muchos aspectos nombres como Dick Grayson o Tim Drake.

Eso quedó patente en la sensacional Batman del futuro: el regreso del Joker (2000), una excelente cinta donde el único pero posible es el tratamiento que ambos aliados reciben en el proceso, además de una inquietante insinuación de cierto triángulo amoroso con Barbara Gordon en el pasado que no deja demasiado bien parado a Bruce Wayne.

Sea como fuere, las pocas veces que Dick Grayson recibió peso en el show, y lo mismo puede decirse de Batgirl, el resultado no desmereció en lo absoluto a la calidad media del show. En las dos partes que nos ocupan pudimos ahondar en los motivos que llevaron a Batman a aceptar a un discípulo aventajado que había recibido una tragedia similar a la suya de la mano de Tony Zucco.

La forma de narrar la muerte de los artísticos padres de Dick en plena actuación circense es tan cruda como elegante, volviendo a confirmarse que la animación no tiene ni que infantilizarse ni ser morbosa para alcanzar la emoción de un amplio espectro de público con diferentes edades. Irónicamente, Timm se quejó amargamente de que la censura no le permitió dejar más claro el destino visual de los Grayson voladores, si bien eso hubiera sido absolutamente innecesario.

Los juegos de sombras nos hacen montarnos en la moto de Robin para recorrer un camino realmente triste y plagado de superación, dirigido por Dick… Sebast.

Los Grayson voladores.
Los Grayson voladores.

Joker’s Millions (Las nuevas aventuras de Batman, Temporada 1, episodio 7)

Puede ser capaz de danzar por las azoteas gothamitas contra un hombre con tan poco sentido del humor como Batman, pero ni siquiera el Joker está tan enloquecido como para aceptar enemistarse con Hacienda. Si en algunas ocasiones el show lo representaba como un peligroso sociópata o un líder criminal de primera categoría, este libreto de Paul Dini es una hilarante hoya que casi nos hace recordar al payaso caracterizado por César Romero.

Igual que sucedía en la fabulosa historia La herencia de Ran Tan Plan de Goscinny y Morris para Lucky Luke, el inesperado testamento de un delincuente provoca un cambio de personalidad en la némesis de Batman. Incluso un anarquista como el Joker puede dejarse seducir por una vida fácil y hasta Bruce Wayne habrá de verle como indeseable compañero de campo de golf.

Una de las partes peor paradas del operativo será Harley Quinn, nuevamente brillantemente doblada por Arleen Sorkin, intérprete y musa de la criminal, la cual incluso verá que su desalmado jefe está pensando en cambiar su staff de ayudantes tras el golpe de fortuna que le provoca la gracia de Edwar “King” Barlowe, líder de una banda rival que parece haber querido enterrar el hacha de guerra. Con un ritmo más propio de un libreto de Diamond y Wilder que de una aventura superheroica, es una delicia poder sumergirnos en el ostentoso y hortera nuevo estatus que ha obtenido el villano.

Como en aquellos momentos Bruce Timm estaba trabajando también en el cartoon de Superman, Dini recoge varios hechos del crossover entre los dos espacios, puesto que el Joker ya había confesado a Lex Luthor estar atravesando severos problemas de liquidez por la eficiencia de la Batfamilia.

Las nuevas aventuras de Batman.
Las nuevas aventuras de Batman.

Mad Love (Las nuevas aventuras de Batman, Temporada 2, episodio 11)

Arleen Sorkin la había ayudado admirablemente. Algo en el dinamismo divertido de su voz permitió a aquella dama de traje arlequín escapar del incómodo manto de mera ayudante del Joker. Harley Quinn rezumaba vida y sería tal fenómeno que la propia DC Comics consintió a uno de los mejores guionistas del show, Paul Dini, insertarla oficialmente en la continuidad de las viñetas para que fuera canónica en Gotham.

Asombrado por su savoir faire con el género, el curtido escritor Denny O’Neil propuso a Timm y al propio Dini desembarcar sus talentos al medio del cómic. De inmediato, decidieron que Harley era el mejor personaje para hacer esa aproximación. Quitando alguna incursión en He-Man, Timm tenía casi nula experiencia en el medio, pero su estudio de maestros en la narración como Keith Giffen y su propio potencial hicieron el resto. Y Dini, como sabe cualquier persona que haya leído Noche oscura: Una historia verídica de Batman (2016), puso el resto con una historia que reflejaría una realidad tan oscura como el maltrato.

Paralelamente estaban enfrascados en el éxito televisivo, salía a la luz Mad Love, una joya que puso a Harley en una dimensión desconocida hasta la fecha. Sin perder su tono cartoon, aquellas páginas fueron señaladas como obra maestra por gurús de Batman como Frank Miller. Naturalmente, en la secuela The New Batman Adventures (1997) se incluyó una adaptación de la propia pareja artística en el cierre de aquel periplo tan mágico.

A nivel de curiosidad, Timm siempre recordaría que Dini estaba tan ansioso de ayudarle con las referencias visuales que incluso le llevó una piraña a casa para que pudiera inspirarse a la hora de confeccionar una de las trampas más míticas contra el guardián de Gotham. 

Las nuevas aventuras de Batman.
Las nuevas aventuras de Batman.

La máscara del fantasma

Alan Burnett siempre quiso que aquel largometraje animado fuera algo especial en la vida de Bruce Wayne. Antes que en la del propio Batman. Por ello se creó a Andrea Beaumont, una dama que robó el corazón del presunto playboy para colocarlo en una tesitura inédita: que hay un futuro que no incluye cazar criminales por las azoteas. Estrenada en 1993 bajo la dirección de Eric Radomski y el propio Bruce Timm, es inevitable incluirla en nuestro surtido como el postre más especial.

La cinta supone una auténtica delicia que incluso estudios tan detallados como Batman: El resto es silencio (2004) la consideran lo mejor que se ha hecho nunca a nivel audiovisual con la creación de Bob Kane y la inestimable aportación de Bill Finger. Cogiendo la estética del Segador, villano del desorientado cómic Batman: Año Dos, el estudio de Timm acierta al usar los diseños de Todd McFarlane y adaptarlos a un auténtico oponente de primer nivel para Batman y el propio Joker (con Mark Hamill clavando cada uno de sus diálogos en el film).

Paul Dini, siempre un comodín en el escritorio, se encargó de aportar cada diálogo del Joker, mientras que Marty Pasko haría todo lo referente a los flashbacks de Bruce y Andrea. El trabajo de Burnett resulta esencial, puesto que en todo instante ansiaba que hubiera una historia de amor adulta y que convirtiera a Bruce en alguien de verdad para el público. La máscara del fantasma logra dicho resultado con un ritmo vertiginoso y argumentado con sensatez los peligros que se recorren al aceptar una Cruzada personal.

Portada: Ilustración de Tom Walker.