Cine de los 90: las 40 películas que definieron el cine moderno
Acabo de cumplir los 40, así que en la década de los 90, esta que escribe era una tierna pipiola que empezaba a vivir. La década de los 90, por aquel entonces, parecía un decenio sin demasiada personalidad. A caballo entre los vanagloriados ochenta y el futuro que se asomaba en forma de efecto 2000, nadie podía presagiar que en pleno 2024 sería la década de moda. El cine de los 90 tiene gran parte de culpa.
Aquellos maravillosos 90
Resulta que en la actualidad los noventa son lo más. Vuelve esa moda un tanto desaliñada y con aire grunge, los más jóvenes admiran los éxitos musicales de aquella época y, como no, el cine noventero (al que denominan “clásicos”) se cotiza al alza.
Desde el grunge y el auge del hip-hop hasta la era dorada de las sitcoms y las películas que redefinieron el cine moderno, los años noventa no solo marcaron a una generación, sino que continúan influyendo en la cultura pop actual. Ahora, los elementos más icónicos de esta década resurgen en la moda, el cine y la música contemporáneas.
Pero ¿qué tiene esta década que la hace tan irresistible? Acompáñame (guiño a Isabel Gemio que entenderán las puretas como yo) en este viaje nostálgico para descubrir por qué los 90 siguen siendo la pera limonera (sí, he escrito pera limonera, ya te he dicho que tengo 40, ¿vale?).
El encanto del cine de los 90: películas que definieron a toda una generación
En la década de los 90 el cine norteamericano vivió una de las épocas de máximo esplendor con ese tipo de cine al que recurres cuando quieres ver una película-película, una peli de verdad, de las buenas. El cine noventero nos regaló auténticas joyas como Cadena perpetua de Frank Darabont, El silencio de los corderos de Jonathan Demme o La lista de Schindler de Steven Spielberg.
Por su parte, Scorsese marcó el género de gánsteres con Uno de los nuestros y Casino, mientras que Tarantino sorprendía con Reservoir Dogs, Pulp Fiction y Jackie Brown.
Y en cuanto a hermanos talentosos, no solo los hermanos Coen destacaron con Fargo y El Gran Lebowski; también las ahora hermanas Wachowski revolucionaron la ciencia ficción con la inolvidableMatrix. Tampoco podemos olvidar a Mel Gibson quien se pasó a la dirección gritando libertad en Braveheart, mientras David Fincher nos ponía las tripas del revés con Seven y nos deleitaba con el mejor Brad Pitt en El club de la lucha. Además, muy pocas podrán discutir que Tom Hanks nunca estuvo mejor que en Philadelphia y Forrest Gump. La vida es como una caja de bombones, ¿no crees?
Cine de los 90: pelis inolvidables y revolución cultural
También en los noventa Kubrick nos dejó con la imprescindible Eyes Wide Shut y Sam Mendes exploró los deseos ocultos de Kevin Spacey hacia una jovencísima Mena Suvari en American Beauty.
¿Y qué sería de la década de los 90 sin Johnny Depp y Winona Ryder? Los más guapos entre los guapos nos emocionaron con la inolvidable Eduardo Manostijeras. Johnny Depp se consolidó con títulos como Dead Man, Don Juan de Marco y Ed Wood. Y Winona Ryder lo hizo con títulos como Reality Bites, Inocencia interrumpida o Drácula de Bran Stoker, entre otras. Y el bueno (e irregular) de Shyamalan nos mostró un lado diferente de Bruce Willis en El sexto sentido con un giro de guion inolvidable.
Entre todo lo que no deberíamos olvidar, debemos mencionar el duelo entre Pacino y De Niro en Heat, al mejor Shyamalan en El sexto sentido con su giro de guion inolvidable o a Bill Murray presentando en sociedad a Wes Anderson con Academia Rushmore. Además, en Atrapado en el tiempo también vimos a un Murray inolvidable en su eterno Día de la Marmota, enamorándonos de una excepcional Andie MacDowell.
No todo es Hollywood en el cine de los 90
La respuesta de la Europa anglosajona incluyó las magníficas Trainspotting, En el nombre del padre y lo mejor de Ken Loach. Italia vio a Benigni ganar un Oscar por La vida es bella, mientras que España brillaba en el cine mundial con Pedro Almodóvar y Todo sobre mi madre al final de la década. Películas como Jamón, jamón, Belle Époque, la inolvidable Tesis de Alejandro Amenábar, Vacas, La niña de tus ojos, Solas, Barrio, Familia o El día de la bestia nos hicieron sentir orgullosos de nuestro cine.
Sin movernos de la vieja Europa, Lars von Trier y Michael Haneke consolidaron su maestría con películas como Rompiendo las olas y la inquietante Funny Games. El manifiesto Dogma, la trilogía de colores de Kieslowski y los gatos de Emir Kusturica también son propuestas muy destacadas. Francia, por su parte, nos brindó un menú degustación delicatessen con directores como Jean-Pierre Jeunet, Luc Besson, Patrice Leconte y Leos Carax.
Y para finalizar este apartado, tres nombres que cambiaron la percepción del cine asiático: Takeshi Kitano, Wong Kar-wai y Kim Ki-duk.
Exceso de testosterona en el cine de los 90
Sin embargo, no todo fue perfecto en el cine de los 90. A pesar de las muchas innovaciones y joyas cinematográficas, la década estuvo dominada por voces masculinas tanto delante como detrás de la cámara. Directores como Spielberg, Scorsese, Tarantino y Fincher dominaron la escena de Hollywood, mientras que las directoras y las historias centradas en mujeres recibieron menos atención y reconocimiento en todo el mundo. Esta falta de diversidad limitó la representación de diferentes perspectivas y experiencias, creando una visión sesgada de la sociedad en la pantalla grande.
Aunque hubo excepciones notables como Kathryn Bigelow, cuyo Point Break se convirtió en un clásico de culto, y la emergente Sofia Coppola con Las vírgenes suicidas al final de la década, el cine de los 90 reflejó en gran medida una narrativa dominada por hombres. Es importante reconocer este desequilibrio y continuar apoyando la diversidad en la industria cinematográfica, para que todas las voces puedan ser escuchadas y apreciadas en igualdad de condiciones.