‘XHOXB’: una serie de 2020 que debió ser estrenada en 2013
Manuela Burló ha presentado recientemente su primera serie, XHOXB, y lo ha hecho de la mano de HBO. Su carrera no es muy extensa, pero ha cosechado un relativo éxito, especialmente en sus cortometrajes, seis en total. De ellos, Pipas, estrenado al Notodofilmfest, fue un gran acierto. En este, presentaba a dos jóvenes chonis que no entendían muchas cosas, a priori, básicas.
Sus trabajos, siempre centrados en la comedia, han llamado la atención. Esta nueva serie, XHOXB, se inspira y bebe directamente del corto para mostrar cómo es vivir en Malasaña para dos chicas de Parla, Belén (Saida Benzal) y Hache (Marta Martín), las mismas que protagonizaban Pipas.
Por mucho que los cortometrajes de Burló fueran llamativos y bastante cómicos, su primer largometraje dejaba un poco indiferente. Ahora la cosa no cambia mucho.
XHOXB, nadar tocando suelo
Se ven las intenciones que la directora tiene, pero unas actuaciones cuestionables y un guion que es, en esencia, un compendio de gags, chistes de dudosa comicidad y escenas estrambóticas, hacen que la narración no llegue a ninguna parte. Es un humor antigüillo, que apesta a 2012 o 2013 (y esto es mucho tiempo, teniendo en cuenta la velocidad a la que avanza todo hoy).
A los personajes principales no les mueve nada. Una quiere ser actriz y no hace nada para realmente conseguirlo; se deja llevar. A la otra, la acaba de dejar su novio por otra chica y esto se refleja con numerosos chistes, pero ella no hace nada por avanzar y superarlo.
Se muestran los estereotipos de Malasaña y la desidia de ser joven e intentar buscarte la vida en una gran ciudad. Al margen de eso, no hay un hilo argumental que lleve a una conclusión. A Belén y Hache les pasan cosas, ellas no hacen nada, no son personajes proactivos y con objetivos claros.
Parece que, porque una serie tenga referencias feministas, LGTB, drogas y sexo sin tabús ya es una buena serie. Está genial normalizar ciertas situaciones y comportamientos, no obstante, XHOXB no va más allá y no hace que te plantees o cuestiones nada.
En resumidas cuentas, Burló no ha sabido mostrar un contraste real entre Parla y Madrid, ya que la primera ciudad solo aparece en dos o tres capítulos y Madrid no puede quedar bien reflejada si solo se muestra Malasaña.
Hay una especie de Madrid-centrismo audiovisual que agota un poco. Madrid no es solo Malasaña (que, además, ni si quiera es un barrio como tal, sino una zona formada por cuatro calles), pero es que España tampoco es Madrid.
No es necesario irse a grandes ciudades para contar grandes historias. De hecho, las cosas más interesantes suelen estar, casi siempre, en los detalles.