Tres series que se alargaron demasiado de HBO y Netflix
La producción audiovisual es un negocio privado que genera grandes ingresos. Cuando el interés monetario se mezcla con el arte a veces las cosas acaban mutando hasta, en ocasiones, convertirse en esperpentos. En series que se alargaron demasiado.
Es complicado trazar la línea entre ambos mundos (empresarial y artístico) y esto puede llegar a ser molesto como espectador.
Hay muchas series que se alargaron demasiado, entre ellas: The end of the fucking world o Fleabag.
Pero, en este artículo, hablamos sobre tres de los mayores éxitos de HBO y Netflix, concebidos para una temporada, en principio, y que luego han resultado en dos o en cinco.
Series que se alargaron demasiado
Big Little lies
A muchos encandiló el pequeño pueblo costero en el que se desarrolla la trama de esta historia. Las intrigas eran cotidianas, pero efectivas y hacían querer conocer el final a toda costa. El reparto y sus actuaciones, y una BSO muy atractiva, hicieron el resto. HBO vio en esto un filón y sacó una segunda temporada que ha pasado más desapercibida que otra cosa, ejemplo claro de que cuando una narración está bien cerrada el público ya no necesita más.
Stranger Things
Este caso es el contrario que el anterior. Los espectadores no paran de pedir más y más y más. Tras una primera entrega muy curiosa e interesante, a los Duffer Brothers se les ha ido de las manos y la han convertido en una de las series que se alargaron demasiado. La última temporada es un sinsentido que, pese a seguir manteniendo la esencia ochentera inicial, no para de girar en torno a la misma idea capítulo tras capítulo y temporada tras temporada.
La casa de papel
El producto patrio que más ha triunfado dentro y fuera de las fronteras empezó siendo un fracaso y acabó siendo una de las series que se alargaron demasiado. Netflix la incluyó en su catálogo casi como material de archivo, para tenerla ahí y que generara alguna que otra visita… y explotó. Se ha convertido en un fenómeno. Las claves han sido crear himnos, sentimientos comunes y jugar con las emociones. No obstante, esto ya estaba, no se podía alargar más de ninguna forma porque el atraco original estaba ya hecho y cerrado. Los creadores se inventaron una vuelta de la banda un tanto floja y, a pesar de seguir regalando momentos muy épicos, se ven los agujeros de lejos.
La mayoría de veces la cantidad no es sinónimo de calidad. Cuando algo ya es bueno de primeras, o simplemente está bien, superarse es más que complicado y, probablemente, los plazos de estas grandes distribuidoras y productoras de contenido no son lo mejor para explorar la creatividad.
Por eso, tirando de refranero español y como conclusión: lo bueno, si breve, dos veces bueno.