‘Ava’, la muestra de una buena idea mal ejecutada
Desde la distancia, Ava (2020) parece que quiere ser otro thriller de acción/espía, ambientada en glamorosas ciudades internacionales donde los objetivos necesitan ser “desactivados”. La película mezcla drama familiar; comedia negra; deliciosas tomas de suites de hoteles de cuatro estrellas, vestíbulos y bares.
Sin embargo, ni esto ni los eufemismos de espionaje a sangre fría que pretenden separar a los asesinos de sus sentimientos, logran que esta película sea considerada un éxito. Ni siquiera que sea considerada una buena película.
Aunque sí, hay acción sangrienta y mucha. Desafortunadamente su director Tate Taylor (“The Help”) ha querido hacer una réplica de la saga Bourne y como era de esperarse, no ha logrado acercarse lo suficiente.
Ava: Una película de acción, sin acción
Una de las cosas que convierte a “Ava” en lo que podemos catalogar un desastre, es que es una película de acción, sin apenas acción.
El corazón de la película pertenece a sus escenas de no acción: simplemente, escenificaciones de enfrentamientos entre la Ava (Jessica Chastain) y los personajes secundarios interpretados por Geena Davis, Common, Joan Chen, Jess Weixler, John Malkovich.
Esto hace que ni la aparición de Colin Farrell, como antagonista, sea capaz de convencer a los espectadores que se trata de una película de acción clásica. De hecho, con el transcurrir de los minutos se transforma en una especie de retorcido drama familiar.
La única secuencia satisfactoria es una lucha cuerpo a cuerpo cerca del final, que continúa hasta que se vuelve horrorosa, luego agotadora, y luego divertida. Una escena que se convierte en una especie de parodia bastante mala.
Lo cierto es que “Ava” paso de ser una ¿promesa? de reivindicación del cine de acción con protagonistas femeninos, a una película más.
Por desgracia, los nombres de sus protagonistas son mucho más grandes que la historia.