‘No te preocupes, querida’: un cóctel insípido que mezcla ‘Las mujeres perfectas’ y ‘El show de Truman’ y que no convence a nadie
Ya está disponible en el catálogo de HBO Max una de las películas más polémicas de los últimos meses: Don’t Worry Darling, traducida en España como No te preocupes, querida. La película de la directora, y también actriz, Olivia Wilde, está cargada de una indiscutible belleza, de una premisa más que interesante y de muy buenas ideas, pero también de importantes agujeros de guion que, tristemente, alejan a este largometraje de la posibilidad de convertirse en una buena cinta de ciencia ficción dirigida por una mujer.
No te preocupes, querida: distopía feminista con el movimiento Incel de fondo
Rollos varios de rodaje aparte que apuntan a un choque frontal entre Olivia Wilde y Florence Pugh (la flamante actriz protagonista que nos fascinó en Midsommar), esta película desaprovecha la oportunidad de abordar una distopía feminista de forma contundente y se queda en una superficie cómoda, pero muy poco efectiva y fácilmente olvidable.
Si quieres pasar un rato entretenido y vivir por unos minutos en la aparentemente vida perfecta de la urbanización Victoria, no te lo pienses más y ponte esta película que ya se puede ver en HBO Max. Eso sí, no esperes mucho de No te preocupes, querida. Aunque pretende que te quiebres la cabeza con cuestiones tan necesarias de abordar como la creciente misoginia, y la violencia contra las mujeres alentada por corrientes como el movimiento Incel (que plantea el regreso a la mujer sumisa y disponible para satisfacer los deseos más básicos del hombre), no lo consigue.
A este respecto, la cinta de Wilde no consigue, ni por asomo, sentar unas mínimas bases que den visibilidad global a esta problemática y provoquen debate. Una vez pasan los títulos de crédito, a otra cosa, mariposa. Otro producto más de consumo rápido.
No te preocupes, querida: ¿De qué va la película polémica del año?
Olivia Wilde nos invita a viajar hasta la bella década de los 50 en Estados Unidos. Nos encontramos en una tranquila, soleada y siempre perfecta comunidad estadounidense de casas de ensueño, jardines delanteros y coches brillantes y pulidos. Ellas son adorables y discretas amas de casa que limpian a conciencia y preparan suculentos guisos con la faja puesta, el moño en su sitio y el floreado vestido siempre dispuesto a ser levantado una vez el hombre regresa ahogar de su agotadora jornada laboral para comer, follar y dormir.
Ellos son auténticos dandies perfectamente conjuntados con el entorno sofisticado y apacible en el que viven. Trabajan en el ultrasecreto Proyecto Victoria y ocupan su lugar de macho alfa en la comunidad, siendo los cabezas de familia que aseguran, procuran bienestar y protección a sus abnegadas esposas, siempre dispuestas con una sonrisa en la cara a satisfacer sus deseos.
Pero, llega un día en el que una de las mujeres de la comunidad se revela e intenta advertir al resto de mujeres sobre la oscuridad que realmente se esconde en la soleada y prefecta urbanización Victoria. Un episodio que pasaría como un caso puntual de “locura”. Pero la siguiente es Alice (Florence Pugh). Comienza a ver incoherencias y a sospechar de toda esa felicidad impostada que reina en Victoria. Una actitud que es tachada de ‘completamente inapropiada’ y que su marido, el comprensivo y dulce Jack (interpretado por el cantante el Harry Styles) y Frank, el líder de la comunidad (interpretado por Chris Pine), tratan de corregir a base de tratamientos de reorientación de la conducta.
Misoginia y capitalismo extremo en Tik Tok
Antes hablábamos de la creciente misoginia con movimientos ideológicos de supremacía masculina en auge como el Incel (involuntary celibate) que campan a sus anchas y extienden su odio contra las mujeres en plataformas como Reddit, 4chan, Tik Tok y en otros foros de más difícil acceso.
Una ideología ultraconservadora que aboga por su derecho a mantener relaciones sexuales y que pone en la diana a las mujeres como artífices de todos los males de los hombres. La película No te preocupes, querida, deja entrever cómo estos grupos, responsables de algunos actos terroristas en Estados Unidos y Canadá, con casi nulo resueno mediático en España, podrían llegar a idear un Proyecto Victoria que si bien es ciencia ficción, responde a los deseos reales de un gran grupo de personas.
La encrucijada de la mujer del siglo XXI
Y, por otro lado, ¿cuál es la alternativa que nos presenta la directora para que Alice, la protagonista, salga de su infierno dulce y pegajoso como el guirlache? ¿Volver a su vida oscura y gris con jornadas de 30 horas seguidas sin descanso? ¿El plan B que plantea Wilde para no ser amas de casa sumisas y abnegadas es trabajar de sol a sol y mantener una vida insatisfactoria en el contexto de capitalismo salvaje estadounidense del sálvese quien pueda? Pues no sé qué decirte…
En cualquier caso, la película deja el final abierto a diferentes interpretaciones. También podemos decantarnos por la opción de pensar que Alice, en una especie de representación del colectivo femenino, debe replantearse una nueva vida más allá de cualquier sistema patriarcal que imponga un comportamiento preestablecido que dicte las decisiones correctas a tomar, ya sea como ama de casa abnegada o como abnegada trabajadora de un sistema económico explotador.