‘La novia gitana’: La genial Nerea Barros destaca en la serie que adapta el polémico libro de Carmen Mola
El director y guionista Paco Cabezas estrena este domingo 25 de septiembre La novia gitana. Adaptación libre de la novela homónima de Jorge Díaz, Agustín Martínez y Antonio Mercero Santos. Escritores que han publicado siempre bajo el nombre de una mujer: Carmen Mola. Un thriller policíaco muy atractivo que aterriza con dos primeros episodios suculentos y absorbentes. Cada domingo, se estrenará un nuevo capítulo. Hasta cerrar los ocho que la componen.
Paco Cabezas es el cineasta de películas con argumentos muy en la línea de la serie. Como es el caso de su última película Adiós (2019). Donde aborda el colectivo que vive en las 3.000 viviendas en Sevilla. Y la delincuencia que rodea el barrio en la mayoría de sus representaciones audiovisuales. Su firma estética y visual se encuentra también perfectamente reflejada en uno de sus primeros trabajos. Con referencias de grandes directores como Quentin Tarantino o incluso Pedro Almodóvar encontradas en el soberbio cortometraje Carne de neón (2005). Posteriormente convertido en largometraje en 2010.
En el presente caso, el cineasta sevillano acepta ilusionado la propuesta de revisitar la historia escrita por los autores bajo el nombre de Carmen Mola. Según argumenta el director en una entrevista, aceptó el reto de adaptar La novia gitana cuando pensaba que era una mujer tras la historia. Hasta descubrir que tres hombres habían estado firmando bajo ese seudónimo, justo antes de que se hiciera público.
Esto no viene libre de polémica. Dado que, a lo largo de la historia, “anónimo siempre ha sido nombre de mujer”. Es por ello que el hecho de que tres hombres reciban el Premio Planeta por sus novelas bajo el nombre de una mujer resulta de lo más controvertido. Hay muchas posturas y perspectivas respecto a dicha situación. Sin embargo, ahí está la polémica. La apropiación del movimiento feminista. Así como el aprovechamiento de las épocas adecuadas para obtener lectore/as y sacar beneficio económico, no es nada nuevo. Pero tampoco afortunado.
El argumento de La novia gitana aborda el asesinato de una joven gitana llamada Susana. La investigación está a manos de la inspectora Elena Blanco. Interpretada de forma espléndida por la actriz gallega Nerea Barros. Junto a ella, un elenco también muy acertado con actrices como Lucía Martín Abello como su compañera Chesca o Mona Martínez en su papel de Mariajo. En el mismo grupo de investigación, también se encuentran los actores Ignacio Montes y Vicente Romero como Zárate y Orduño respectivamente. Un elenco muy cuidado con interpretaciones muy ricas. Donde, sin duda, destaca la ya galardonada Nerea Barros.
La serie de Atresplayer Premium presenta a la inspectora Elena Blanco, interpretado por Nerea Barros de forma magistral
La actriz Nerea Barros fue la ganadora del Goya a Mejor Actriz Revelación por La Isla Mínima en 2014. En la nueva serie de Atresplayer Premium lleva a cabo el papel protagonista de la inspectora Elena Blanco. Una policía que, desgraciadamente, encarna todos los rasgos que dan forma al arquetipo de la mujer alcohólica e inestable a nivel emocional. Como ya se vio en otras mujeres protagonistas de series españolas como en El desorden que dejas (Netflix, 2020), Sky Rojo (Netflix, 2021-2022), o Ana Tramel. El juego (TVE, 2021), entre otras.
Algo que también se descubre en series estadounidenses como Mare of Easttown (HBO, 2021). Y es que parece que el poner finalmente a mujeres en el papel protagonista y en profesiones como la de ser policía, deben conllevar estereotipos como ser más masculina, tener relaciones inestables o tener adicción al alcohol (normalmente por traumas anteriores que no son capaces de superar de otro modo).
Un nuevo arquetipo de mujer en el audiovisual que ha ido emergiendo en los últimos años. Poniendo en papeles protagonistas a mujeres de personalidad fuerte. Pero siempre ancladas en características que la desestabilizan. Relacionando dicha estabilidad, además, con su adicción al alcohol u otras drogas. Así como la representación de relaciones sexuales esporádicas y relaciones personales inestables.
En este sentido, aunque el personaje de Elena Blanco se agradece. Al igual que el de sus compañeras. En La novia gitana volvemos a encontrar una representación un tanto desafortunada respecto a la perspectiva de género. Lo que no exime a la gran Nerea Barros de su brillante trabajo. Tan sobria como imperturbable. Encontrando en esa mesura su mayor virtud interpretativa.
La novia gitana de Paco Cabezas: el colectivo gitano, de nuevo como sector envuelto en crímenes y drogas
La historia narrada gira en torno al colectivo gitano. Y tal como el propio título indica, la víctima que detona toda la serie es una joven de etnia gitana. En este sentido, hay que ser cautas al acercarse a la perspectiva y representaciones esbozadas. Dado que este colectivo, tal y como ocurre con otros diversos e interseccionales, ha estado normalmente estereotipado a lo largo de la historia audiovisual. Repleto de narrativas negativas.
Como bien afirma la feminista y activista gitana, y autora de Píkara Magazine Silvia Agüero: “El estereotipo antigitano sirve para justificar el sistema de opresión étnica al que venimos siendo sometidas desde hace 520 años y que es la piedra que arrastramos (…) Los estereotipos contribuyen a dejarnos fuera de la órbita de lo humano; claro, porque si no somos humanas podemos ser explotadas impunemente”.
De este modo, aunque es complejo tener una conclusión definida sobre la representación del colectivo en la serie con tan solo dos episodios. Las primeras pinceladas no auguran nada nuevo ni positivo respecto al imaginario esbozado.
La novia gitana: Argumento atractivo y dirección de fotografía excelsa
Muchas veces se ha dicho que los libros siempre son mejores que sus adaptaciones. Sin embargo, Stanley Kubrick demostró lo contrario en 1980 con su libre adaptación de El Resplandor. Aunque Stephen King estuvo molesto al visionar el resultado audiovisual de su historia y encontrar que nada tenía que ver. Posteriormente y con el paso del tiempo quedó patente que la obra de Kubrick sería una película de culto incontestable. Cuya narrativa visual y sus posibilidades cinematográficas la convertirían en una de las mejores de la historia del cine.
No es cuestión por tanto de comparar si un tipo de obra artística es mejor o peor que la otra. Dado que las posibilidades que ofrece el audiovisual no las ofrece la literatura. Y viceversa.
En el caso de La novia gitana, los escritores apoyaron en todo momento la adaptación libre de Paco Cabezas. Dejándole margen a crear sus propias aportaciones. Y ofreciendo como resultado una serie de televisión brillante, con el visto bueno e incluso aclamación por su buen trabajo por parte de los escritores.
En la serie de Atresplayer Premium, uno de los aspectos que más aportan al argumento es la dirección de fotografía. El director es Andreu Adam Rubiralta. Ya conocido por su gran trabajo en series como La Peste (Movistar+, 2018-2019). O la magnífica teleserie de Javier Calvo y Javier Ambrossi Veneno (Atresplayer, 2020). Gracias a su espectacular trabajo, la nueva serie de Paco Cabezas eleva su calidad audiovisual. Regalando planos y composiciones de gusto exquisito.
Los dos primeros episodios de La novia gitana estrenados este domingo 25 de septiembre en Atresplayer Premium dejan un muy buen sabor de boca. Aunque con rasgos que reseñar respecto a la perspectiva de género o de representación del colectivo gitano. Sí que hay que destacar el gran trabajo audiovisual y de adaptación argumental. Ofreciendo así los primeros bocados que sientan el precedente de una serie que se intuye de gran calidad.