Mike Tyson: El rey ha vuelto

Surprise Surprise Motherfucker! The King Is Back!  Señores y señoras, Mike Tyson ha vuelto. El colega ha ganado, ha perdido, ha sido rico, se ha arruinado, se ha drogado mucho, se ha cuidado mucho, ha estado en la cárcel y ha salido. Es de esas personas que ha vivido todas las vidas posibles de una sola vez, y sigue vivo para contarlo.

También tuvo tres tigres en su casa. Esto había que contarlo para que todos sepamos el nivel de colgadura que tiene el amigo.

Supongo que entrar en la cárcel debe ser un marrón para cualquiera, pero puestos a entrar, me pido ser Tyson. Creo que estuvo tres años, pero dudo que alguien le dijera que le recogiera la pastillita de jabón del suelo.

A Tyson aún le quedan hostias por repartir

No ha tenido una vida ejemplar, pero hay que reconocer que vivir, ha vivido. Ahora tiene un negocio de venta de marihuana que le reporta un chorro de millones, o eso dicen. Pero como se ve que se aburre, ha decidido ponerse otra vez fuerte como un limón, a sus 53 tacos, y demostrarle al mundo que aún le quedan hostias por repartir.

No era mi intención ponerme a hablar sobre la vida de Tyson, pero el otro día leí una noticia que hablaba sobre la rutina de entrenamiento que estaba siguiendo ahora, y me dije: ¡WTF!

Mike Tyson

Según la noticia, el colega se levanta a las 4 de la mañana, se va a correr entre ocho y diez kilómetros, vuelve y se acuesta. ¡Sus muertos! ¿Esto qué carajo es? ¿No se puede levantar como una persona más normal a eso de las 7, correr los kilómetros que quiera, volver, desayunar como dios manda, comerse un pomelo y seguir realizando las demás mierdas que haga Tyson en su día a día?

Seguimos.

Del veganismo a comer bisontes

Tyson fue vegano durante unos años, cuando su cuerpo estaba a punto de petar por tanta cocaína que se había metido. Y le fue bien. Pero ahora que está en proceso de ponerse fuerte limón, vuelve a comer animales. Pero claro, no se iba a poner a comer pechuguitas de pollos hervidas. Dieta elegida por casi todos los pechos palomos que llenan los gimnasios del mundo. El colega solo come carne de animales salvajes: bisontes, alces, o dios sabe qué más. La noticia no especifica si se los come vivos, o los mata con sus propias manos antes de cocinarlos, pero me lo creería.

Creo que en esto del entrenamiento se le está yendo la olla, porque también se mencionaba en la noticia que seguía un tratamiento con células madre y demás mierdas que seguramente no serán baratas, pero claro, si hiciera y comiera lo de todos, sería como todos.

Dentro de su rutina estaba el hacer 2.000 sentadillas. Repito, esta vez con palabras, que da más miedo: dos mil sentadillas. Creo que si junto todas las veces que me he sentado en mi vida no llego a ese número. Quizá esta sea otra de las razones por la que nadie en su sano juicio hubiese intentado nada con él en la cárcel. ¿Quién querría meter la picha en una prensa? Ahora no sé si sigue haciendo este número de sentadillas, pero el hecho de que las haya estado haciendo, ya es suficiente para mí.

Quince minutos de ejercicios de cuello. Yo miro dos veces al techo y me tengo que poner un collarín. Pero claro, ese cuello toro que tenía Tyson en los noventa no se consigue mirando al techo y al suelo muchas veces. Eso se debe de conseguir moviendo o empujando cosas pesadas con el cuello, no sé, pero me imagino que moverá tanques, autobuses, casas unifamiliares.

Es demencial el entrenamiento de este tío

Y vamos con Tyson Fury

La siguiente noticia que leí no era menos divertida, e iba del actual campeón de los pesos pesados: Tyson Fury.

No sé si es casualidad, pero acojona saber que dos personas que se llaman Tyson se dedican a soltar hostias como panes. Si te vas a pelear con alguien, pregúntale el nombre antes, si se llama o apellida Tyson, pídele perdón y corre.

Tyson Fury tiene un cuerpo bastante peculiar. Digamos que tiene un “cuerpo escombro” en toda regla, pero ahí está, campeón mundial de los pesos pesados. Dejo una foto, porque sería incapaz de describirlo.

Tyson Fury

Este no come animales salvajes, ni se levanta a las 4 de la mañana para irse a correr como un delincuente, porque a esa hora solo corren los que han hecho algo malo y huyen de algo. Pero se masturba 7 veces al día. Siete putas veces al día. Dice que lo hace para mantener la testosterona bombeando. Yo no soy entrenador ni boxeador, de hecho, no soy ni muy fan de este deporte, pero no entiendo este tipo de comportamientos. Algo así sería más lógico si la pelea fuera con las pichas, o dentro de las reglas del boxeo se permitiera arrojar semen a los ojos del contrincante, o en el suelo para intentar que este resbalara. `Pero sí no es así, no lo entiendo.

La noticia tampoco decía si se la pela con los guantes de boxeo puestos o no, porque si es con los guantes puestos, la cosa cambia. Todos mis respetos hacia ese caballero tan habilidoso.

Que bebe ocho litros de aguas al día, ¿Quién carajo en su sano juicio se bebería ocho litros de agua al día de forma voluntaria? Este tipo se está diluyendo. Alguien debería de decírselo antes de que un día se convierta en un charco.

¿Quién da más? 

El mundo boxeo se está perdiendo y parece que ahora la cosa va de quién hace más barbaridades entrenando. Uno pelándosela más que un macaco, y el otro comiendo bisontes y haciendo sentadillas a muerte. No puedo imaginar cómo serán los entrenamientos del futuro, pero dentro de poco vendrá otro luchador y rizará el rizo.

Este dirá que solo duerme dos horas al mes, que corre 32 kilómetros al día en pelotas con los ojos vendados por un bosque, y que mientras corre, se la va pelando dos veces por kilómetro (con los guantes puestos). Dirá que su dieta se basa en beber leche de cabra montesa chupándole directamente las tetas (ubres para los más puristas) y que se come quince ardillas a la plancha al día; ardillas que caza el mismo con arco fabricado con madera de quebracho y pelo de huevo de orco. 

¿Quién da más? 

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