‘Archer’, de Netflix, espía como puedas, o como te deje tu madre
¿Aún no conocéis a Archer? Pensad en Don Draper (Mad Men), quitadle el cigarrillo y cambiadlo por una 9mm (la idea es genial, ¿verdad?). Metedlo en una coctelera, ahora añadamos una historia de Ian Fleming y su James Bond.
Para mejorar aún más la historia, añadamos esencia de La pantera rosa y Austin Powers hasta teñirla. Cerrad la coctelera. Agitad fuertemente y servidla en una copa con hielo. Ponedle una cereza y ya tenemos nuestro old fashion ideal, una sombrilla y… ¡Espera, mamá Archer quiere otro!
Con los pies en la tierra y la cabeza en el espacio
Adam Reed es el cocinero de esta serie de animación para adultos con aspiraciones a serie de culto. Crea un entorno ácido, elegante, crítico y sin tabús en el que nos presenta una agencia de espionaje internacional sin supervisión gubernamental encabezada por Stearling Malory Archer (al que pone voz H. Jon Benjamin).
Este satírico personaje es una caricatura de los héroes masculinos del cine de acción o la literatura fantástica, de espionaje o policiaca, de hasta hace muy poquito. Esos personajes con “atributos” como el machismo, la misoginia, racismo y todas esas lindezas.
FX ha conseguido algo que no tenía desde hacía mucho tiempo, una serie animada en busca de un público inteligente que se ría de bromas salvajes alejadas de la realidad, al que acercar al día a día el problema social que tiene de trasfondo.
La serie Archie no tiene pelos en la lengua y lanza mensajes con multitud de lenguas venenosas condimentadas con toques de erotismo que en la mayoría de las ocasiones son directos y sucios. Esas malévolas lenguas están representadas por estos personajes:
Los caóticos personajes de Archie
Sterling Archer, el protagonista con fama mundial por ser el mejor agente de campo del mundo. Nombre en clave, Duquesa. De Archer podemos decir que es adicto la fama, narcisista, insensible, alcohólico, egoísta, despistado, dueño de la verdad absoluta y un obseso sexual.
Malory Archer, exdirectora ejecutiva del ISIS y madre del protagonista de la serie. Tiene un carácter egoísta, mentiroso y vanidoso. Trata a sus empleados con fusta en mano y hace comentarios denigrantes siempre acompañada de un licor en la mano.
Pam Poovey, exdirectora de RRHH del ISIS. Una mujer impulsiva, hedonista y con un carácter rudo hasta el punto de participar en peleas ilegales al más puro estilo Tyler Durdenen El club de la lucha.Quiere demostrar desapego por su compañero, pero siempre acaba por demostrar un extraordinario sentido de la lealtad.
Cheryl Tunt, la secretaria de Malory. Posee un claro trastorno mental con fetiches sexuales extremos BDSM.
El Dr. Krieger es el jefe de departamento de investigación Aplicada del ISIS y amante del porno japonés con tentáculos. Huyó a Brasil con el científico nazi que le crio. Probablemente de ahí su locura, sadismo y mentalidad calculadora y manipuladora. Pero, a su vez, aunque parezca contradictorio, Krieger es bondadoso y fiel.
Las voces de la consciencia
En contraposición a estos personajes nos encontramos con las voces de la conciencia representadas por:
Lana Kane, la deuteragonista agente de campo con aspiraciones de ascenso. Lana tiene un carácter fuerte, decidido y controlador. No duda en usar la violencia para resolver situaciones complicadas. De moral cuestionable. Se declararse defensora de la vida y la naturaleza en contraposición a la violencia, ideas por las que suele ser objeto de burla de los Archer.
Cyril Figgis, el contable de la agencia. Un hombre inteligente y educado a la vez que tímido. Su baja autoestima se atribuye a su infancia. Siempre sintió que no podía enorgullecer a su padre. Figgis evoluciona a lo largo de la serie y consigue hacer crecer la confianza en sí mismo. A pesar de poseer una personalidad apacible, sufre de satiromanía (adicción sexual masculina).
Ray Gillete, analista de ISIS, experto en explosivos y agente de campo con una personalidad sarcástica pero bondadosa. Aun sufriendo constantemente comentarios homófobos por su orientación sexual a manos de personajes como Malory, su bondad solo se ve truncada por Archer, ya que despierta en él una actitud hostil y de ira.
Estos son los encargados de contrarrestar, con mayor o menor éxito, los delirantes mensajes de la panda de Archer. Esta mezcla de personajes serán los culpables de sumirnos en una continua y liberadora carcajada.
No todo van a ser elogios
Archer nos recuerda a títulos de Péndulo Studios de la mano de FX Interactive. En Archer se aprecia un diseño gráfico muy marcado por la casa y que encontramos en grandes sagas de videojuegos de aventura gráfica como Runaway y Monster Hollywood (MH2).
Podemos disfrutar cada segundo de los 20 minutos aproximados que dura cada capítulo de esta explosiva serie, pero cuando terminan, necesitaremos más, como si se tratara de una droga. Al igual que el efecto de estas, pasa de causar una sensación de placer y éxtasis a convertirse en algo neutro y cotidiano. El exceso de bromas recurrentes tiende a perder su efecto cuanto más las escuchamos. Siguen haciendo gracia, pero es un poco como… meh…
Archer no es una serie para un maratón, nos acabará saturando. Es una serie para hacer kit kat. La ideal para ese momento del día en el que necesitamos fugarnos de la realidad durante 20 minutos. Es ahí dónde Archer encaja y transforma esos minutos en algo especial y deseado.
La nueva temporada de Archer
FX renueva a Sterling Archer y su equipo de desaventuras para una Temporada 13 que podremos ver le año que viene. En España el 11 de noviembre se estrena la temporada 12 en Movistar +. La nueva temporada servirá de homenaje a Jessica Walter (Escalofrío en la noche) fallecida en marzo de 2021. Ella dio voz a Malory Archer, la exdirectora ejecutiva de ISIS y madre del protagonista de la serie.
La serie está disponible en Movistar con 11 temporadas y en Netflix hasta la 10.