‘The Minister’: un drama político con locuras populistas suficientes para merecer toda tu atención
Ólafur Darri Ólafsson en 'The Minister'
Estrenada en Islandia en noviembre del año pasado bajo el nombre de Ráðherrann y con solo 8 episodios en su primera temporada, AMC nos trae The Minister, este muy interesante drama político.
La política siempre ha sido el campo de batalla donde los idealistas y los realistas se enfrentan con mayor o menor éxito. Y en The Minister nos muestran eso, con la agravante de que nuestro protagonista muy probablemente está loco.
Esa locura logra llevarlo cerca de sus votantes y encumbrar al cargo de primer ministro de la nación, aun cuando el mismo parece sabotearse en su campaña electoral. Vamos, que si en Islandia la política no es normal en la vida real, mucho menos en The Minister.
La premisa de que un político sobrio, idealista, con ideas claras, en busca del bienestar general y que no busca hacerse rico gracias al cargo, en muchos países suena a una utopía, pero así se presenta a su protagonista.
Más tarde cambia (al desarrollarse una especie de psicosis hereditaria) en un ser egocéntrico, arrogante y con un serio déficit de autocontrol bajo presión.
Innovadora, fresca, con partes justas de diversión y un trasfondo que te deja pensando, The Minister resulta el complemento perfecto para una noche de series. Muy recomendable para ver en grupo, pues podremos encontrarnos rápidamente intercambiando puntos de vista tan dispares como certeros.
The Minister: ¿Elenco perfecto?
Tenemos una interpretación más que impecable por parte de Ólafur Darri Ólafsson. Nos logra convencer de estar viendo a un entrañable, convincente y psicótico primer ministro, sin hacernos perder el hilo de los complejos temas políticos que muestra la serie.
Los enredos entre la política y los medios de comunicación son un pilar muy marcado en The Minister. Y, la esposa del Primer Ministro, excelentemente interpretada por Anita Briem, viene siendo la clave para una serie de manipulaciones irreverentes y bastante épicas.
Es completamente resaltante el hecho de haber logrado una serie de gran calidad, con presupuesto limitado. Haciéndose notar el hecho de que la política se muestra tremendamente accesible y cercana al público sin perder ninguno de sus rasgos menos atractivos.
Una serie de la que esperamos tener más temporadas y más diversión.