‘Irreversible’: revisitando el cine de los 2000
Hablar de esta película hace que se me encoja un poco el estómago. Gaspar Noé es uno de los cineastas más provocadores del panorama europeo, casi al nivel de Lars von Trier, y puede que, para muchos, más. Ahora que Rosalía canta sobre él es el momento de hablar de Irreversible.
Irreversible (2002) es complicada y hasta algo perversa. Es un Tenet (si me permiten la odiosa comparación) bien hecho, ya que está contada al revés literalmente. Lo primero que aparece en pantalla es la última escena del filme si lo estuviéramos viendo en orden cronológico.
Al comenzar el visionado uno está confuso y más si, como yo, sois de los que veis las pelis sin tener ni idea de qué tratan. Lanzarse así a Irreversible puede ser un poco suicida, pero merece la pena.
Mónica Bellucci, Vincent Cassel y Albert Dupontel son los protagonistas. Bellucci y Cassel interpretan a una pareja que se desea enormemente. Una noche salen de fiesta a la casa de unos amigos. Hay una discusión y ella acaba marchándose sola. Al entrar en un túnel peatonal un hombre, que va discutiendo con una prostituta, repara en ella, deja a la otra chica y, amenazándola con una navaja, la viola.
Esta es la escena más cruda de la película. Está rodada en un plano secuencia de 9 minutos y es brutal. Nunca he tenido estómago para ver esos 9 minutos de metraje seguidos, sin pasar un poco hacia delante y ahorrarme el mal rollo.
Los dos protagonistas masculinos van en busca del agresor, ya que ha dejado a Alex (nombre de Bellucci en la ficción) muy malherida porque además de violarla le ha pegado una paliza de muerte.
Irreversible: ‘El tiempo lo destruye todo’
En busca de venganza es como andan los dos al principio de Irreversible. Es un ejercicio muy interesante verla e ir descifrando lo que pasa en cada momento, de lo que no tenemos ni idea hasta que no pasa un buen rato. Pero lo es aún más al verla hoy.
La violación se ve como un acto más asqueroso y condenatorio si cabe y la rabiosa actualidad que, por fortuna, tiene esta problemática social ahora hace que sean necesarios productos audiovisuales que muestren la brutalidad y miseria humana sin ningún tipo de miramiento.
Lo más devastador, al ver la película en sentido inverso, es ver cómo los personajes se preparan para salir esa noche en su casa. Quieres gritar y decirles que no, que todo va a acabar mal para ambos y que es mejor que esa noche no. Es un sentimiento de impotencia atroz.
Al final de Irreversible aparece la frase: Le temps detruit tout. El tiempo lo destruye todo. La cámara gira en círculos en la escena final, persiguiendo a unos niños que juegan con el agua de un aspersor, mientras Alex lee tirada en el césped. Es una reflexión descarnada del tiempo y del bucle vital al que nos sometemos continuamente, un ¿y si el tiempo fuera al revés?