‘El Inmortal Hulk’, el terror se tiñe de verde
Ya ha pasado un tiempo y más de 20 números, lo podemos confirmar, El Inmortal Hulk, es una serie excelente, quizá la mejor que publica Marvel en la actualidad. Si quieres leer un cómic de Marvel y no sabes cuál elegir, no lo dudes, decídete por este, no te arrepentirás.
Al Ewing escribiendo y Joe Bennet a los lápices, nos regalan una nueva forma de ver a Hulk, o quizá no, quizá no es nueva, a Hulk siempre lo llamaron el monstruo verde, y eso es lo que ahora nos encontramos. Por fin.
Son bien conocidos los paralelismos entre Hulk y la figura del monstruo de Frankenstein, pero ahora Hulk da un paso más, es más terrorífico y… malvado.
Sin menospreciar las etapas de Stern, Mantlo, Byrne o especialmente la longeva etapa de Peter David, en la que coronó la serie del gigante verde al olimpo de Marvel y de sus seguidores, creando una serie fresca, original y con un mundo único y propio, la etapa de la que hoy os hablo da un paso adelante para ser una serie orientada a un publico más adulto.
Adentrándose en lo más profundo de Hulk, no de Bruce Banner, de Hulk, nos adentramos tanto que cuesta ver algún resquicio de luz entre tanta oscuridad.
El Inmortal Hulk: Los autores
El inglés Al Ewing nos introduce en la psique del monstruo para que podamos ver desde sus ojos. Le gusta jugar con las pasiones de bajo vientre, con lo indebido, colocarnos en situaciones incómodas, desagradables. Situaciones que nos harán conocer mejor al monstruo, a todo y todos los que le rodean, especialmente a los personajes que han sido desgraciados (o afortunados) al tener contacto con la radiación Gamma.
Muertos volverán de sus tumbas, antiguos amores convertidos en criaturas horribles, mitología, dioses radiactivos y también otros alter ego como Mr Fixit, Maestro, etc. ¿Qué es real o qué está dentro de su cabeza? Ese es el juego al que nos invita a jugar Ewing. Todo eso dentro de escenarios fantasmales, terroríficos, desolados o abandonados. Como se encuentra el propio Hulk.
Joe Bennet, artista curtido en el terror, es parte fundamental de que no podamos levantar la vista del cómic. Sus trazos recuerdan los antiguos cómics de terror de EC cómics. A veces, cuando detalla todas las venas del cuerpo de Hulk, las vísceras, desmembramientos, deformaciones transformaciones y todo tipo de aparatos internos, (sí, es gore, mucho) recuerda a Bernie Wrightson, Las Miradas de Hulk, su actitud corporal, el reflejo de su pensamiento en el cuerpo, Bennet lo retrata de una manera precisa y escalofriante.
Si a todo esto le añadimos el excelente y zombificado color de Paul Monts y las hiper realistas portadas de Alex Ross, el resultado es una obra que no olvidaréis. Recomiendo leerla de noche.
¿Llegaremos a ver esta versión de Hulk en el cine? Tendremos que esperar para ver si Mark Ruffalo se sube al carro.