‘California 83’, el viaje onanista de Pepe Colubi
A Pepe Colubi no lo conocía por California 83 sino por ser la tercera pata del programa de televisión Ilustres Ignorantes. Siempre me despertó simpatía por sus chistes verdes (no voy a ser yo quien le haga ascos a un poco de vulgaridad inocente). También por el pendiente en la oreja, las patillas, y alguna que otra referencia a Joy Division. Este debe ser de los míos.
Hace poco, lo vi en otro programa promocionando una novela que había escrito, lo cual despertó mi interés por su faceta como escritor. Pronto pude comprobar que Dispersión no es sino el más reciente de tres libros de corte autobiográfico. Y como yo soy de los que leen las cosas en su debido orden, me hice con el primero.
California 83: Rumbo a América
California 83 fue publicada por Espasa Narrativa en 2008 y, posteriormente, por Booket en formato de bolsillo. La historia gira en torno a las vivencias de un estudiante español en el número 1264 de Carpet Drive, en San José. Corrían los primeros años 80, y a un Pepe Colubi de diecisiete años se le ofreció la posibilidad de o bien hacer el COU en Estados Unidos, o la mili en España. Así que decidió llevarse sus inquietas hormonas al Golden State, sabiendo más bien poco inglés, y con alguna que otra película como única referencia cultural.
En estas que cae en manos de una familia metodista compuesta por Betty Johnson, una viuda (en principio) de amplia sonrisa impostada, y Phil, un chico de la edad de Pepe que conduce un Buick del 76, lleva bigote, y está suscrito a la revista Playboy. Otros personajes que se dejan ver por su casa de acogida son Lori, la hija mayor de la viuda, y una anciana huesuda y de dentadura inestable, vecina de los Johnson.
Desde el principio, el protagonista de California 83 se sabe un completo alienígena. Todo, desde la hora de las comidas hasta los canales de televisión, se le figura como de otro planeta. Colubi es una especie de Paco Martínez Soria adolescente, onanista, y aficionado a la música reggae y a los Clash. “Pipi”, como es rebautizado por su nueva familia, se enfrenta a un año escolar repleto de situaciones embarazosas, etílicas, e hilarantes para el lector o lectora.
California 83: Ruta 101
California 83 acompaña a su protagonista a Catworth, el instituto donde cursará asignaturas tales como “Gobierno de Estados Unidos”, “Dibujo Artístico”, o “Repostería”. También tendrá que afilar sus habilidades sociales para integrarse con sus compañeros (y más si no quiere volver a España sin haberse comido un rosco).
En California 83, Pipi vive su American Pie particular, con un punto simpático que oscila entre lo entrañable y lo patético. Como escritor, Colubi muestra una facilidad asombrosa para encontrarle la gracia a las situaciones más anodinas, aun huyendo de estereotipos. Lejos de caricaturizar a los que lo rodean, Pipi se da cera, sobre todo, a sí mismo.
California 83 retrata un tiempo vivido que su autor recuerda con evidente cariño. A través de sus páginas topamos con personajes que nos sacan varias sonrisas: su trío de amigos macarras, el estrafalario dependiente de la tienda de discos, la rubia buenorra y puritana, la amiga de confianza… etc.
Y lo mejor de todo es que, una vez terminada la novela, caemos en la cuenta de que Colubi nos ha encogido el corazón un poco, entre grosería y grosería.
De aquella forma. Por las risas.
Foto de portada: Albert Salamé / VWFoto