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‘Piola’ o cómo cargarte una película por querer contar demasiado

Cuando una servidora ve que, de repente, en Netflix aparece una película independiente chilena se tira a por ella sin pensar. Craso error. No es oro todo lo que reluce y Piola (Luis Pérez García, 2019) es una película a medio gas, que no acaba de arrancar.

Piola es una palabra para referirse, más o menos, a que algo pasa desapercibido. Esto hace alusión a los tres protagonistas de la película, a los que pocos toman en serio por ser adolescentes.

Max Salgado (Martín), Ignacia Uribe (Sol) y René Miranda (Charly), protagonistas de Piola.
Max Salgado (Martín), Ignacia Uribe (Sol) y René Miranda (Charly), protagonistas de Piola.

Piola, un amago de historias cruzadas

Supuestamente, Piola nos cuenta la historia de tres jóvenes, dos chicos y una chica, que están intentando superar esa etapa en la que todos somos odiosos con todo el mundo.

El protagonista, Martín, quiere dedicarse al mundo del rap, uno de sus mejores amigos, Charly, está con él en su grupo de raperos, pero tiene un hijo al que debe atender. Por último, está Sol, una chica que va al instituto de estos dos, pero que no los conoce hasta el final mismo del filme.

Netflix nos vende que es una historia de los tres chicos, pero nada que ver. Son historias compartimentadas y cruzadas, al menos las de Martín y Charly con Sol. Cada personaje tiene un foco, para Martín es el rap, para Charly su hijo y para Sol su perra que se escapa y a la que busca (hasta que ya parece que le da igual que se haya perdido y adopta un gato).

Esto está muy bien, pero es que no sabemos quiénes son estos personajes. De Martín es del que más contexto tenemos, pero tampoco tanto. Tiene una mala relación con sus padres, pero no sabemos por qué.

El actor Max Salgado interpreta el papel de Martín en la película chilena Piola.
El actor Max Salgado interpreta el papel de Martín en la película chilena Piola.

Charly apenas ve a su hijo y se da cuenta de que tiene que verlo más, pero tampoco es que se haga mucho más hincapié en esto. Y luego está Sol, que es que no tiene sentido, es una chica que se lleva bien con su madre, pero luego no, y yo no entiendo si su conflicto es con la madre, con el padre ausente que tiene o con la escapada de su perro.

Aburrimiento a raudales

Me ha resultado una película aburrida porque creo que no está bien enfocada para nada. Además, me da la sensación de que nada queda resuelto, que ese puede ser un final legítimo para una película.

En este caso, no obstante, entre la falta de contexto inicial, la poca empatía que despiertan los personajes y el final de la película… creo que es lo peor que he visto en mucho tiempo. Ampararse en lo outsider y en la música está muy bien, pero tendrás que darme un guion consistente y no lleno de retazos que parecen escogidos al azar.

La historia de Sol no tiene nada que ver con el resto. Tendría sentido si los tres protagonistas fueran desconocidos para sí mismos y se encontrasen en un punto de la película, pero no, dos de ellos se conocen, entonces… ¿por qué no me cuentas la historia de esos chicos que quieren triunfar en la música?

Escena de la película Piola.
Escena de la película Piola.

“Piola no me ha generado otra cosa que sueño”

También hay una escena en la que Martín encuentra una pistola, que usa para ahuyentar a dos pringados que estaban matando gatos en las vías del tren. No sé, mira, que no lo capto. Igual es un tema de estar al otro lado del charco (que no lo creo), pero a mí Piola no me ha generado otra cosa que sueño, gracias a un ritmo lentísimo.

Creo que la trama de Sol podría eliminarse completamente, podría no existir ese personaje y las acciones de Martín y Charly no cambiarían prácticamente en nada. Ese es un gran fallo en el guion que hace que la película simplemente no funcione. Creo que la materia prima existe y que podría ser una buena película si se centrase en contar algo más concreto e, incluso, más simple.