‘La Mami’: la realidad está tras la puerta del baño
Laura Herrero Garvín es la culpable de que no queramos salir del baño. No es un baño cualquiera. Es el baño del cabaret Barba Azul en México. Allí nos encontramos con “La Mami” una mujer que habla con la mirada y con la delicadeza de sus manos más que con la palabra. Será que prefiere escuchar.
Ella da nombre a La Mami, la película con la que Laura Herrero piensa dejarnos removidos durante un tiempo. La película sobre toda la verdad que esconde el baño en el que Mami, trabaja, cuida, aconseja y protege a la mujer.
El cabaret Barba Azul es uno de esos lugares en peligro de extinción, un lugar con la historia de mil vidas. De día es un antro descuidado, con motivos sexuales y mucho que limpiar. De noche el local se ilumina con el color de la pasión. Las sombras esconden sus desperfectos. Se transforma en la cara oculta de muchos hombres.
Esa cara que solo muestran a sus semejantes, nunca a sus hijos ni a sus mujeres. Hombres de todo tipo y clase que acaban en el Barba Azul para ahogar las penas en alcohol, bailar la más nostálgica salsa y cumbia en vivo y sentirse acompañados por “las ficheras”, las trabajadoras del Barba Azul.
Mujer de compañía
“Las ficheras” acompañan a los clientes del cabaret en sus tragos, son sus parejas de baile, les dan calor, compañía y son recipientes de sus más oscuros secretos. Ese es su trabajo. Estar ahí para ellos. Soportar el sueño, aguantar la borrachera, bailar con quien se arrastra por la vida y escuchar todo lo que no interesa.
Ellas se cambian sus ropas y se maquillan en el baño, que también hace de guardarropía, que dirige la Mami. Son mujeres fuertes, pero no conocen la suerte. Tienen vidas difíciles de día que solo pueden sobrellevar con el sustento que reciben en las noches del Barba Azul.
La Mami fue una de ellas cuando era joven. Es quien mejor las entiende. Ella las escucha, aconseja y reza por ellas. Reza por que superen los problemas que las hacen llegar al Barba Azul.
Desde su mirada y la de Carmen, una nueva chica que llega a trabajar al Barba Azul y se rebautiza como Priscila, seremos testigos de las vivencias de esas mujeres. Sentiremos la contradicción de ser una superviviente en un mundo de hombres y a la vez defender un trabajo en el que ser un accesorio más de estos.
Laura Herrero y su visión manchega
Laura Herrero, deja que nosotros seamos los que juzguemos la historia. Ella solo nos la muestra. No participa en el reparto de pesos en la balanza de la desigualdad que como espectadores haremos por lo que muestra su película.
Ella maneja la cámara de forma bella e inteligente, tanto como la excelente fotografía de la también se encarga.
Hoy se estrena la película, después de haber recibido premios en numerosos festivales y despedirse del festival L’ Alternativa con el premio a mejor film nacional.
La Mami es una película para ver, recomendar y revisitar. Lo contrario que le está sucediendo al Barba Azul.
Saludos Furiosos.