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‘20.000 especies de abejas’: la película ganadora en los Premios Forqué que tienes que ver

La última edición de los Premios Forqué ha tenido dos grandes ganadoras: la serie La Mesías y la película 20.000 especies de abejas. En este artículo te contamos por qué debes ver la ópera prima de Estibaliz Urresola, que se perfila como una de las grandes trinfadoras de los Goya 2024.

Oso de Plata a Mejor Interpretación en la Berlinale para Sofía Otero; Biznaga de Oro como mejor película y premio a mejor actriz secundaria para Patricia López Arnaiz en la última edición del Festival de Málaga; mejor largometraje de ficción y premio Cine y Educación en Valores en la reciente 29ª edición de los Premios Forqué. 20.000 especies de abejas, película de la guionista y directora alavesa Estibaliz Urresola Solaguren, ha recibido, además, 15 nominaciones a los Premios Goya. Con el reconocimiento a mejor largometraje de ficción en los Forqué, todo apunta a que esta película será una de las grandes triunfadoras de los Premios Goya el próximo 10 de febrero en Valladolid.

20.000 especies de abejas nos sumerge en las infancias trans desde una perspectiva positiva

Todo proyecto creativo suele comenzar con una chispa que enciende la mecha. En el caso de la película 20.000 especies de abejas, fueron las palabras póstumas de Ekai Lersundi, un adolescente de 16 años que se suicidó mientras esperaba un tratamiento hormonal que nunca llegaba. Cuando la directora Estibaliz Urresola leyó las palabras de Ekai, comenzó a investigar sobre las infancias trans. Todo este trabajo previo llevó a la cineasta (primera directora novel en competir por el Oso de Oro) a dar forma a su emotiva ópera prima que sigue el camino de un cine hecho por mujeres de gran belleza, profundidad y sensibilidad, que está impactando en todo el mundo.

20.000 especies de abejas

20.000 especies de abejas puede recordarnos a Estiu 1993 de Carla Simón, sin embargo, esta película tiene mucho de original y pionera, ya que aborda las infancias trans desde la mirada de la propia niñez; desde la ingenuidad, la imaginación y la curiosidad de quien comienza a descubrir el mundo buscando su propia identidad. 20.000 especies de abejas es luminosa, directa, enorme en su sencillez, tan cercana y auténtica que pareciera estar sucediendo en la casa de al lado, con gente normal, con emociones reales, temores, rencillas y secretos familiares, dolores y esperanzas.

Esta película se adentra en una temática compleja desde una perspectiva positiva y constructiva. Lucía, la niña protagonista, nos lleva de la mano para hacernos partícipes del proceso de construcción de su propia identidad, que pasa por cuestionar su identidad de género y pone sobre la mesa el debate de las construcciones de género que persisten en nuestra sociedad.

identidad de género

Aitor, Cocó y Lucía

Todos le llaman Aitor. Y esperan que se comporte como tal. Se ha dejado el pelo largo porque le gusta más. Se fija en la ropa, el pelo y en cómo se comportan las niñas. No quiere ponerse la ropa que se supone que es la adecuada para ser Aitor. Piensa que hay algo mal en ella, que algo no está bien. No sabe por qué se siente de forma diferente a los demás. Tiene tan solo ocho años, pero ve claramente que no encaja en las espectativas del resto. A ratos, prueba a presentarse como Cocó y le gusta que, bajo ese nuevo nombre inventado, comiencen a verla como a una niña. Así, se siente mejor.

En el río, junto a las abejas y a su tía abuela Lourdes (magistral en la interpretación de Ane Gabarain) se siente libre. Se expresa tal y como es, comienza a no sentirse juzgada y va rompiendo su caparazón. Ante las abejas puede ser ella misma, ante su tía abuela Lourdes, también. La naturaleza a su alrededor le ayuda a descubrirse. La abraza y acompaña en el proceso, porque no hay nada malo en ella, porque todo está bien. Y encuentra a su primera amiga. Con ella puede ser Cocó, aunque siente que no es suficiente. Quiere ser Lucía, así quiere presentarse ante el mundo.

La actriz Sofía Otero junto a Estibaliz Urresola durante el rodaje de 20.000 especies de abejas.
La actriz Sofía Otero junto a Estibaliz Urresola durante el rodaje de 20.000 especies de abejas.

Gracias a estos tres nombres (Aitor, Cocó y Lucía) transitamos las fases de autodescubimiento por las que pasa Lucía en un verano que marcará un antes y un después en su vida y en la de toda su familia, especialmente en la de su madre, Ane, interpretada por una Patricia López Arnaiz excelsa, gigante, maravillosa.

20.000 especies de abejas y la disforia de género

La disforia de género es la sensación de incomodidad o angustia que pueden sentir las personas cuya identidad de género difiere del sexo asignado al nacer o de las características físicas relacionadas con el sexo. La película 20.000 especies de abejas pone el foco en la situación de incomprensión y soledad que viven muchos niñas y niños trans, lo que puede desembocar en acciones autodestructivas en las etapas de la infancia y la adolescencia.

Una situación, cercana para muchos menores que tienden a normalizarlo porque lo ven en sus colegios, pero que se ve con más recelo e incomprensión por parte de las personas adultas, siendo las familias de niños y niñas trans las que deben realizar ese tránsito para ver a sus hijos de la forma en la que en realidad son, sin los constructos sociales atribuidos al género y que están tan instaurados en nuestra sociedad.

20.000 especies de abejas es una película tan necesaria en su aportación social como cinemátográfica. Un filme lleno de luz que ayudará a cambiar muchas miradas, tanto hacia las infancias trans, como hacia las construcciones de género actuales.